domingo, enero 25

Carlos Carrión Figueroa








Carlos Carrión nace en Malacatos, Loja, el 25 de enero de 1944. Licenciado en Letras por la Universidad Nacional de Loja y doctorado por la Complutense de Madrid, en 1975. Hijo de Miguel Carrión y Carrión y de Adelaida Figueroa Ochoa, agricultores de la zona de Malacatos.


El mayor de cinco hermanos, estudió la primaria en la escuela Víctor Mercante de Malacatos, sus estudios secundarios los realizó en el Colegio Leones de Loja finalizando en el Normal de Cariamanga. 


En 1966 se graduó de Bachiller en Ciencias de la Educación y entró al magisterio primario como profesor de la escuela de “Conchas del Almendro”, parroquia Paletillas, Cantón Zapotillo. En 1967 renunció para estudiar literatura en la Universidad Nacional de Loja, allí editó el único número del periódico cultural “Gong”.


En 1969 editó en la Universidad de Loja el primero de sus libros y relatos bajo el título de “Porque me da la gana”.


En 1972 viajó becado por el Instituto de Cultura Hispánica a realizar estudios de Literatura y Lengua en la Universidad de Madrid, que culminó en dos años.


En 1974 regresa a la Universidad Complutense para obtener el doctorado en Filología Romántica con un estudio sobre la novelística de José Donoso titulado “Evolución de las estructuras técnica de la novela contemporánea”. 

 Profesor de la Universidad Nacional de Loja, y posee más de dos novelas inéditas entre ellas  “Las noches del predicador”, que trata de los deslices lujuriosos de un religioso.


Entre sus 20 libros constan cuentos, novelas, ensayos y trabajos periodísticos, etc. y algunos se titulan: “Ella sigue moviendo las caderas”, “El más hermoso animal nocturno”, “El corazón de un animal en celos, que son diez narraciones cortas, expresión viva de nuestro diario caminar, de nuestra lucha incesante por ser y estar, por vivir y trascender, por construir y formar aunque sólo en la ilusión... una manera de amar o una manera de olvidar.”, “Doce cuentos de amor y una bella”. 

Sus obras se caracterizan por un marcado erotismo, rondando muchas veces el tema del amor entre un hombre maduro y una adolescente, principal tema de su obra "El Deseo que lleva tu nombre", en la que una niña que está entrando en la pubertad seduce a su profesor de gramática un misógino de 40 años que dedica su vida al cuidado de sus plantas.


Reconocimientos; nacionales e internacionales: 


  • Entre 1966 y 1971 ganó tres veces el Concurso de la Lira y la Pluma Lojana.
  • Segundo Premio Universidad  Central del Ecuador, Quito, 1976, con  “Los potros desnudos 
  • La Virgen del Carmen (Zaragoza) con “Ella sigue moviendo las caderas” (premio nacional universitario, Zaragoza).
  • En 1981 logró el Premio Nacional José de la Cuadra, otorgado por la Municipalidad de Guayaquil,  por sus textos “Catalina sacándose la espina”, que publicó al siguiente año “El Conejo” de Quito, bajo el título de “El más hermoso animal nocturno” en 1993.  
  • Con "La indeleve y reverenda ballena de Jonás" uno de sus relatos, obtuvo el primer premio en el Concurso de literatura promovido por el CEDIC y la UNP en 1989.
  • En 1990 obtuvo el primer premio en el Concurso Nacional de Cuentos organizado por el  Centro de Difusión Cultura de la Asociación Loja “18 de Noviembre” en Quito, con el cuento “La indeleble y reverenda ballena de Jonás”.
  • El de la II Bienal en Novela Ecuatoriana con “Una niña adorada” 1990. 
  •        El Municipio de Loja en 1990 le confirió la distinción Benjamín Carrión al mérito literario.  
    El Consejo Provincial de Loja, le confiere la distinción Ángel F. Rojas.
  • Premio Joaquín Gallegos Lara con “El corazón es un animal en celo” 1995
  • Además posee la presea Isabel La Católica,  Medina del Campo, Valladolid.
  • Fue finalista del premio Heralde de Novela 2005 en Barcelona.
  • Con el texto “Ya no tengo que llorar, ganó el primer premio de la VIII Bienal de Cuento Ecuatoriano Pablo Palacio, que convocó el Centro de Difusión Cultural (Cedic), en homenaje al autor de /Un hombre muerte a puntapiés”.
  • En 1992, con “La Utopía de Madrid” gana el Premio Nacional de Novela, en síntesis, un relato testimonial desbordado de ternura, abnegación y humor inocente que, con las vicisitudes de la migración.
  • Con La Mantis Religiosa, gana el concurso Nacional de Novela Miguel Riofrío, convocado por la CCE-Loja 2014

Es autor de los siguientes libros: 



CUENTOS:
 
  • Ella sigue moviendo las caderas 1979 
  • Porque me da la gana.  
  • Ella sigue moviendo las caderas (premio nacional universitario, Zaragoza)
  • Los potros desnudos (Segundo Premio Universidad  Central del Ecuador, Quito, 1976)  
  • El más hermoso animal nocturno (Premio Nacional José de la Cuadra).
  • El corazón es un animal en celo (Premio Nacional Joaquín Gallegos Lara) 
  • Doce historias de amor y una ballena. 
  • Una muchacha a solas con el viento-1985.
  •  Habló el Rey y dijo muuu-2011-Edit. Conejo.

NOVELAS:

  • El deseo que lleva tu nombre, 1991
  • Una niña adorada (Premio de la II Bienal de Novela Ecuatoriana, 1990) (Quito 1993).
  • Una guerra con nombre de mujer (Loja, 1995)
  • Quién me ayuda a matar a mi mujer (Loja, 2005).
  • “La Utopía de Madrid” Esta novela triunfadora, al igual que "La Mantis Religiosa" es una de las siete partes de la gran novela sobre la migración ecuatoriana en España, llamada “La Seducción de los Sudacas” 2012
  • La Mantis Religiosa (premio Miguel Ríofrío, CCE). 2014 

ENSAYO:

  • Técnicas de la novela actual (Loja, 1990).
  • Palabras para una poesía (1986)

RELATO:

  • De Loja a Roma pasando por donde Maite (Loja, 2000)
  • Caballos de papel 2002

POESÍA:
  • La mano izquierda y la derecha enamoradas
  • Poemas porque sí

Consta en las antologías: 

  • Los mejores cuentos lojanos (Quito, 1990):
  • Así en la tierra como en los sueños (Quito 1991);
  • Cuento contigo (Guayaquil, 19993);
  • Antología básica del cuento ecuatoriano (Quito 1998);
  • Cuento ecuatoriano de finales del siglo XX (Quito 1999);
  • Cuento ecuatoriano contemporáneo (México 2001).
  • Porque me da la gana


“La novelística de Carlos Carrión -manifiesta Lenin Paladines- se erige sobria, sin efluvios de nardos, de rosas o gladiolos ¡sí!, su estilo muy particular, permite admirar una sintaxis altamente académica y gramaticalmente estructurada, donde se tejen pasajes reales o ficticios que se muestran inmanentes a él, o al diario vivir de muchos lectores que se identifican con sus magistrales narraciones.


Las pinturas patéticas de lo cotidiano, de lo real, del quehacer puro que sucede en las calles, son recogidas por Carrión, y puestas en un lenguaje que utiliza la gente común, incluso la gente ineducada que vive de las subculturas, inventadas por los abandonados en la miseria espiritual de una sociedad consumista"

Carrión incursiona en la literatura como poeta:

 SONETO AIRADO

Se están llevando 
    el mar
Inmensamente ola por ola
   anhelo por anhelo
se están llevando,
    el sueño y el 
desvelo de
   la montaña, el río y
la simiente
   no hay sitio para el
cielo ya
   en la frente porque
también
   se están llevando el
cielo y hasta
   los huesos cavan
este suelo para
   llevarse todo el
continente
    se nos llevan
    el sol desvencijado
del pedazo
   de pan junto a la
tierra del pedazo
   que no se lo han
llevado
   nos hace falta un 
grito rojo:
   guerra para
arrancar
   sin más de entre el
bocado a esos
   hijos de perra.

                                       (De la mano izquierda
                                         y la derecha enamoradas)


"En los planos de periodismo interpretativo y de opinión, Carlos Carrión trabaja con los materiales -con sus materiales- de literatura, para darnos visiones seguras y orientadoras d eun escritor, de una obra, de una escuela literaria, de un ´genero, de un libro, etc. (...)

Hernán Rodríguez Castelo dice sobre la narrativa de Carlos Carrión: "...Carrión se destaca, y se destaca básicamente en el oficio. Casi hace alarde de un instrumento bien templado. Y se complace en variar de registro y maneras narrativas. Como dice la jerga juvenil "se sobra"      (Colección Antares-LIBRESA)..






Fuente: UTPL-Colección Lojanidad/Un animal en cel, Carlos Carrión. 2006.

              Editorial el Conejo: http://www.editorialelconejo.com/autor/carrionca.html

              Colección Antares: El amante sonámbulo-LIBRESA.



Pàgina recomendada:  

https://books.google.es/books?id=L9dnj4WIW8YC&pg=PA22&lpg=PA22&dq=caballo+de+papel,+de+carlos+carri%C3%B3n&source=bl&ots=dk4j8drFGO&sig=I2KkoOqL2FqdElp3OdMsmmBiNS0&hl=es&sa=X&ved=0CCIQ6AEwAWoVChMIlLnh-tGIyAIVRKweCh3F6gYv#v=onepage&q=caballo%20de%20papel%2C%20de%20carlos%20carri%C3%B3n&f=false


Pablo Palacio

“El insigne y joven escritor”



Nace en Loja el 25 de enero de 1906. Crece bajo la protección de José Ángel Palacio su tío, el mismo que lo educó y asistió hasta que fue joven e ingresó a la Universidad Central de Quito en la carrera de Jurisprudencia, se graduó de abogado ejerciendo con brillantez la jurisdicción por su gran capacidad de argucias e ingenio de interpretación.

Se desempeña como profesor y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central.

Con Benjamín Carrión en el Ministerio de Educación, ocupa el cargo de subsecretario y más adelante, el de Secretario de la Asamblea Constituyente.

Hombre de izquierda, sin traición y sin desmayos, hombre entero. Participa en la fundación del Partido socialista, presentando hacia la vida una sola actitud; su convencimiento libre de llegar hacia un mundo mejor con una doctrina social, económica y política justa que se refleja en sus obras.

En “Mapa de América”; Benjamín Carrión esboza su retrato como - Un muchacho magro, con una cara alargada, de esas a las que el expresivismo popular aplica la fórmula “de frente filo; de filo nada”. El pelo rojizo a la “cepillo de vestidos”. La cara blanca, constelada de pecas. Y allí unos ojillos pequeñines que, de cuando en cuando, se iluminaban de pasajero fulgor. La cara inclinada y un cierto balanceo perezoso en el andar…-

El mayor aporte del lojano a la literatura nacional es haber abierto los caminos de la modernidad literaria, de la modernidad del pensamiento en el país, a partir de la revolución literaria que se produce en Latinoamérica y Europa.

Humberto Robles manifiesta que “Palacio problematiza no solo la relación del texto con los personajes y el lector, sino también la de este con el autor, y la de este, a su vez, consigo mismo con su propia identidad con su práctica narrativa. El resultado lato es la de textos de lectura más exigente, textos en que se potencia la participación del lector y, por contiguidad, se potencia al ciudadano a cuestionar activamente el orden y la autoridad de la sociedad y la cultura”

Su apego a las letras fue notorio desde sus primeros años juveniles, recibiendo una mención de honor por su participación en los primeros “juegos florales universitarios”.

 En 1927 aparecieron en Quito, publicados por este escritor, el libro de cuentos “Un hombre muerto a punta pies”  y la novela “Débora”, de literatura humorística, novela ironista; en esta obra el autor manifiesta el extraordinario manejo de técnicas y figuras literarias; dos obras desconcertantes, humorísticas, extrañas de descrédito de la realidad como anota Carrión en el estudio que a Palacio dedicó en el Mapa de América.

En1932 se publicó “Vida del Ahorcado” en el que se manifiesta su rechazo a la situación política que vive el país y una necesidad de cambio de los comportamientos que dominan en ese momento, el mismo que fue realizado a manera de folleto, donde da muestra de su férrea voluntad de ser escritor.

En 1935 publicó en Chile las “Doctrinas Filosóficas de Heráclito de Efeso”, que tradujo al francés. Entre otras de sus obras contamos con “Un nuevo caso de Mariage en troist (Tal vez un fragmento de su novela perdida Ojeras de Virgen) de humor cáustico, “La doble y única mujer” con la concepción múltiple atribuida a la infidelidad, en la que se reconoce la parodia, la exageración absurda de la norma.

Su obra periodística fue desarrollada, desde sus primeras crónicas parlamentarias publicadas en “El Día” hasta su última labor en  “La Tierra”, en la que hizo las postreras armas como periodista.

Su apasionamiento por la literatura lo lleva a experimentar más allá de la narrativa y se inmiscuye en la poesía, prueba de ello son algunos de los poemas que se hallan en “Vida del Ahorcado” y parte de su producción poética se halla registrada, en un archivo en la biblioteca de la Universidad Nacional de Loja.

Benjamín Carrión comenta sobre su muerte acaecida en 1956 “La locura lo obsedía. Murió en un manicomio. Y fue, amigos, para mí, la inteligencia ecuatoriana más lúcida, de lucidez casi algebraica, que haya tenido cerca. Su obra, parva, es sin duda uno de los documentos más serios que su generación puede dejar al futuro”.

Biliografía: Fundación Mora Reyes, Pablo Palacio
Palacio, Pablo, Un hombre muerto a puntapiés, colección antares
Océano, Enciclopedia del Ecuador
Jaramillo, Valdivieso Paulina-Primicias Lojanas,Colegio Eugenio Espejo

sábado, enero 10

Segundo Cueva Celi

“Vocación, sensibilidad, personalidad y creatividad”

   “Era la clase inicial de música del primer año y el maestro, a manera de obsequioso encuentro, nos ofreció ejecutar una pieza al piano. Antes de hacerlo, nos advirtió y pidió que tratáramos de reconocer cómo en la pieza iban a sonar unas como gotitas de lluvia precipitándose sobre los vitrales de las ventanas, o sobre el patio o la vereda, desde los tejados, como siempre las habíamos escuchado caer; en cadencias, discretamente sonoras. Intentaba despertar nuestra imaginación y fantasía; se aprestaba, desde el primer momento, a afinar nuestra sensibilidad”
Marco Placencia.




          

Segundo Cueva Celi Nació en Loja el 10 de enero de 1901, en época de plena efervescencia liberal. Sus padres fueron el Dr. Juan Cueva García y doña Zoila Filomena Celi. Su abuelo Manuel Benigno Cueva Betancourt consagró su nombre en la historia nacional como líder de las insurgentes ideas liberales y llegó a ocupar la Vicepresidencia de la República en el Gobierno de Eloy Alfaro.

A pocos días de nacido fue víctima de la aplicación inadecuada de un medicamento para los ojos, lo que le disminuyó casi totalmente el sentido de la vista; pero la naturaleza lo compensó con el desarrollo portentoso de su sensibilidad auditiva.

Desde muy niño, Segundo Cueva Celi manifiesta su inclinación por la música. Tiene alrededor de cinco años cuando ingresa a estudiar en la escuela de los Hermanos Cristianos. El Hno. Antonino, de origen francés, violinista y director de la escuela, lo descubre, le enseña los rudimentos del arte musical y lo recomienda al padre franciscano Antonio Vega, notable músico celicano, titulado de profesor en Lima, para que pudiera recibir sus enseñanzas.

Era tierno escolar cuando ya se daba modos para tocar la guitarra y el rondín al unísono en las horas sociales. A los ocho años tocaba en la iglesia de San Francisco; allí había un armonio en el que interpretaba piezas sencillas a pesar de la dificultad de alcanzar los pedales para lo cual requería ayuda, la limpieza de la ejecución y su talla de ejecutante lograba la admiración y la sorpresa de quien lo escuchaba.

A la edad de doce años se perfila con mayor precisión su actividad creativa; sus primeras piezas, debido al influjo que en él ejerce el padre Vega, siguen siendo de carácter religioso; después vienen otras de índole variada.

A los catorce años pasa a ser alumno de su tío Salvador Bustamante Celi, otro músico lojano que dejó huellas profundas de extraordinario talento y quien le proporcionó una rica gama de recursos teórico-prácticos del que hace gala Cueva Celi, propias de su tío, dando realce al trabajo autodidáctico del propio compositor. Guiándose en el método por Maya Van que su padre Juan Cueva García le había enviado desde los Estados Unidos de América, donde ejercía funciones diplomáticas en representación del Gobierno del Ecuador.

A los dieciséis años surge “No importa, no” título de lo que se podría tener como el primer pasillo compuesto por Segundo Cueva Celi, con letra de su cercano amigo, el poeta Emiliano Ortega Espinosa.

Las circunstancias de su aprendizaje con el padre Vega y con su tío Salvador Bustamante, mediante una relación informal, hacen que el acervo de conocimientos y habilidades para la música que adquirió y su cultura general,  favorecida por el medio cultural de Loja fuera propicio para los afanes de superación y  la adquisición paciente y tesonera de un autodidacto. Punto clave para apreciar el valor humano del artista.

Cuando ingresa al magisterio ya es un artista prestigioso, con reconocido talento para la interpretación instrumental y la composición.  De su experiencia como profesor de música en escuelas primarias, y desde 1935 en el Colegio Bernardo Valdivieso. En 1945 se le confiere el Título de Profesor de enseñanza Secundaria. Suceso que se destaca pues lo obtuvo por sus méritos personales como docente. En esta actividad, Segundo Cueva Celi extrajo su abundante producción de canciones escolares, llegó a crear un avanzado sistema pedagógico para niños y jóvenes, promoviendo en éstos el espíritu cívico, la fraternidad y solidaridad humana, la inclinación por el trabajo, el amor a la naturaleza y la vocación por el arte. La vida del Bernardo Valdivieso, ha quedado expresada y encontraba fundamento y nobilísimo asilo todas las artes y, entre ellas, florecía la música; no podía ser de otra manera, tomando en cuenta que el colegio contaba como maestro con Segundo Cueva Celi; Maestro, profesor, pianista y violinista, con quien se inició la formación académico-musical de grandes artistas como el Maestro Edgar Palacios, que luego de algunos años, se convertiría en el más grande promotor de la música de Cueva Celi. Por causa de su ceguera, decide renunciar al Colegio Bernardo Valdivieso y se traslada a Quito. En 1947 es incorporado, como miembro correspondiente, a la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Loja.

Segundo Cueva Celi, forma parte del septeto lojano organizado por Salvador Bustamante Celi, integrado por Francisco Rodas (Fundador del Conservatorio de Loja), Segundo Alberto Larriva, Manuel Torres, Sebastián Valdivieso Peña y Antonio Eduardo Hidalgo, a la muerte Salvador Bustamante Celi según lo menciona el Maestro Edgar Palacios, en una entrevista comienza el ímpetu componístico de Cueva Celi, “es un río de composiciones, según inventario realizado por los personeros del Banco Central del Ecuador, alcanza la cifra de tres mil ciento setenta y nueve composiciones. Sin contar con la pérdida involuntaria de cinco de sus álbumes de composiciones con los que llegaría por lo menos a las cinco mil.

En este campo, Segundo Cueva Celi incursionó por diferentes géneros, desde la música religiosa y escolar ya mencionadas, marchas e himnos, valses, mazurcas, yaravíes, boleros, tangos, pasodobles y otras canciones, hasta melodías de corte clásico. Pero lo que mayor difusión popular ha alcanzado son sus pasillos. Rasgo absolutamente principal en la personalidad de Segundo Cueva Celi, es su iniciativa, su voluntan en la búsqueda de los propio, original y nuevo. Como justo resultado de su actitud, como lo menciona Marco Placencia en un estudio de la personalidad del Maestro, dio con una cantera de hallazgos, que están en su estilo personalísimo. Cuando afronta su tarea creativa en la proyección popular, escoge al pasillo, tan arraigado en el alma del pueblo, como la forma preferida de su expresión: lo encuentra, a veces demasiado burdo y pobre, casi siempre lacrimoso y  artificial “Típico producto de cantina”, como el mismo solía decirlo. Decide entonces llevarlo a un estudio de artista para conferirle otra concepción, otra sonoridad, otro sustento literario, inclusive para vestirlo de gala, tornarlo rico y brillante, todo, sin que pierda un ápice del sabor de la tierra. Es quizá por ello como lo menciona el Maestro Julio Bueno, el pasillo lojano es un pasillo de salón, con riqueza literaria y un arraigo muy propio del vals español.

Entre las obras de Segundo Cueva Celi, tenemos una “misa” que la menciona el Maestro Bueno y que aún no ha sido interpretada y casi ha quedado en el olvido, pero que sin embargo posee una gran calidad artística. Pocas veces la música del pueblo ecuatoriano llegó a límites de perfección como la que logró imprimirle el gran artista. Allí están “Vaso de lágrimas, sobre el verso del mismo nombre del gran José María Egas, “Corazón que no Olvida” bajo el texto de su gran amigo Don Emiliano Ortega, Amargos Resabios, Pequeña Ciudadana”, en el poema de Alejandro Carrión, “Para tus Ojos”, “María”, bajo el texto de Juan Francisco Ontaneda, “Corazón que no olvida” Mi último recuerdo”, “Mi anhelo”, “Tardes del Zamora”, vals “Sobre las olas” “Vals Patético”. .y mil canciones que han expresado el dolor, la ilusión, la pasión de amor o el arte del pueblo ecuatoriano,

En la actualidad, el Banco Central del Ecuador, posee por entrega de sus herederos los instrumentos musicales, pertenencias personales, condecoraciones, acuerdos, partituras en manuscritos originales, etc.

Marco Placencia menciona que - Su tierra natal está en el centro de sus afectos y es el referente constante de muchas de sus composiciones. Su sentimiento del propio terruño lo hizo entonar un canto permanente a la tierra que lo vio nacer. Cuando tuvo que dejarla para residir en Quito, lo conmovió la añoranza y la nostalgia del suelo hasta sus últimos momentos. Próximo a fallecer era visitado por ancianos y el les inquiría con insistencia “¿Qué es de mi Zamora? “¿Cómo están mis sauces, mi torre de San Sebastián? “¿Qué se han hecho mis cachitos? (así llamaba a sus alumnos)….-

Don Carlos Valarezo Loayza, recuerda, el interés y el entusiasmo que puso el señor Cueva –dice- cuando supo de la construcción de la radio Ondas del Zamora. Y fue tal su interés, que el primero de enero de 1943, fecha de inauguración de la radio, fue el primero que estuvo para el desarrollo del programa.

Como es natural, el nombre del señor Cuevita Celi surgió espontáneamente como Director de los programas Artístico-Musicales que tenían lugar todos los domingos del año.

Segundo Cueva Celi falleció el 17 de abril de 1969 dejando una obra musical fecunda y el recuerdo imperecedero de su genialidad.


Bibliografía: Revista “Acontecer” mayo 2003 Nro. 16
                  Revista “Suridea” mayo 1993, Casa de la Cultura Ecuatoiana.
                  Revista “Mediodía”, Nro. 50, Casa de la Cultura, artículo de don Carlos Valarezo Loayza.
                  Jaramillo, Valdivieso Paulina-Primicias Lojanas-Colegio Eugenio Espejo