miércoles, noviembre 18

Nicolás Kingman Riofrío



Periodista, escritor y político:







"La primera observación de tipo general que
puede hacerse a estos relatos es la de continuidad
 con la línea primera marcada en los relagos
 de hace treinta años. En la que , a su vez, 
se marca la característica esencial 
de la narrativa lojana: su sentido del humor. 
Cosa de que carece, por regla general, 
la narrativa ecuatoriana de todos los tiempos. 
Entre los cuentos de la tierra, que son mayoría, 
hallamos agilidad narrativa, cuentos contados, 
conversados, sabidos. Pero en estos cuentos hay misterio, 
levitación, neblina. Por casi todos ellos se estiende,
 como una mancha, como un telón de gases o de humo, 
el humor negro. 
Apartándose de los signos, Nicolás Kingman nos muestra
 su capacidad de puro narrador irónico, 
actual, inmerso dentro del vivir cotidano,
 con implicaciones en lo social, 
lo económico y lo humano."

Benjamín Carrión.




Nace en Loja el 18 de noviembre de 1918, hijo del médico estadounidense Edward Kingman y Dña Rosa Riofrío. Es hermano del connotado artista Eduardo Kingman. Completó sus estudios secundarios en el colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil.  

La literatura y la política han sido las dos grandes pasiones que han gobernado su vida. Muy joven protagonizó en el Colegio Vicente Rocafuerte la primera huelga estudiantil, al mismo tiempo que iniciaba una entrañable amistad con Pedro Jorge Vera y los membros del Grupo Guayaquil: Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta, Alfredo Pareja Diezcanseco, José de la Cuadra y Enrique Gil Gilbert.

En 1933 inicia su vasta trayectoria literaria y periodística en el diario El Telégrafo, que luego continuaría en La Tierra y Diario del Ecuador. Desde 1986 a 2013 sería Director del diario La Hora.

Nicolás, hombre comprometido con su tiempo, su obra y su vida, imprescindibles para comprender al Ecuador de la segunda mitad del siglo XX. Se ha desempeñado como diputado en la Asamblea Constituyente de 1944, y luego en el congreso nacional de 1948 y 1956, en la Inspección General de Ecuador entre 1961 a 1963, en la subdirección del Banco de la Vivienda entre 1964- y 1968; como director del diario “La Hora” desde 1985 al 2013. Fue Miembro Fundador de Escritores y Artistas, Miembro del Consejo Editorial de la Biblioteca del Banco Central del Ecuador. 

En 1997 el gobierno nacional reconoció públicamente su vida dedicada al servicio de la cultura y los intereses ciudadanos, otorgándole el Premio Nacional de Cultura “Eugenio Espejo”.

En el prólogo de Obras Completas publicado por diario La Hora, Alejandro Querejeta manifiesta:

“La narrativa de Nicolás Kingman se inscribe en un linaje del que ya quedan pocos representantes en Latinoamérica. La novela y el cuento urbanos han desplazado de manera creciente a sus pariguales referidos al ámbito rural, bien se trate de selvas, serranías o zonas ganaderas o agrícolas.  (…)

Sus primeros pasos en la literatura fueron paralelos a los de la política, pues indica que desde muy joven militó en el Partido Comunista que en ese entonces era precedido por el también lojano Manuel Agustín Aguirre, llegando a ser tres veces diputado, primero por Napo - Pastaza y luego por Guayas.

En la obra de Nicolás Kingman se cumple una aguda observación muy temprana debida a uno de los mejores críticos de la novela ecuatoriana, y también de sus actores principales. Ya en 1948 en su estudio La novela ecuatoriana, Ángel Felicísimo Rojas sostenía que en Ecuador “el hombre político que hace literatura, o el escritor que hace política, no han podido, entre nosotros, evitarse de llevar a sus libros la pasión de su lucha política”. Tres veces diputado, organizador de  sindicatos y de un partido político, periodista y miembro prominente de uno de los gobiernos democráticos que tuvo el país en la segunda mitad del siglo XX, Nicolás Kingman en su narrativa no puede sustraerse de asumir con pasión el planteamiento de sus ideas, y en la obra de mayor aliento de ellas Dioses, semidioses y astronautas, 1982 un acidulado e inclaudicable anticlericalismo.

Pero un rasgo distintivo de la narrativa de Kingman es, como señaló en su momento Benjamín Carrión, su formidable sentido del humor. Una característica que Carrión atribuye a todo el relato lojano, “Que no persigue las fáciles intenciones de provocar la risa”. Un humor el de Kingman que va desde la ironía sutil hasta el sarcasmo, que no se detiene ante nada ni nadie, y que toca, afecta, desenmascara o ridiculiza desde el más simple de los personajes hasta el más relevante. Un humor que alcanza el nivel de la sátira  (pongamos por caso el cuento “Palmito, París chiquito”), cuando con amargura son develadas las contradicciones y absurdos del comportamiento humano. O un humor que se orna grotesco, como en el caso de Dioses, semidioses y astronautas, cuando la moral religiosa se trastoca en desmontaje burdo de sus principios fundamentales..." 

RECONOCIMIENTOS:

-    En 1997, fue galardonado con el honor más alto de Ecuador, El Premio Nacional de Cultura “Eugenio Espejo” otorgado por el Gobierno Nacional.

-   Premio “José María Lequerica” por su novela “Dioses, Semidioses y Astronautas”.

-   En el 2011, es homenajeado en su ciudad de origen, por la Casa de la Cultura Núcleo de Loja, como un reconocimiento a su trayectoria y aporte a la cultura nacional.

 Stalin Alvear, ex presidente provincial y nacional de la institución, fue el encargado de destacar los méritos de Nicolás Kingman, a quien consideró como “el más notable historiador del siglo XX y parte del actual, no narrando hechos insípidos y a secas, sino medio licuados con las pócimas y el encanto de su jovialidad”.

SUS OBRAS:

CUENTOS:
 

  • El Mundo de Moisés, publicado en 1939 en la revista SEA.
  • Miseria en la Semana Gráfica (No. 116, 19 de agosto de 1933) publicado en el diario “El Telégrafo”
  • Comida para locos, 1974.
  • Paraísos Perdidos, editada por el Convenio Andrés Bello en 1984. 


NOVELAS:


  • Dioses, semidioses y astronautas, 1982.
  • La escoba de la bruja, 2000.

 OBRA LITERARIA Y PERIODÍSTICA, QUE CONSTA EN "OBRAS COMPLETAS" publicado por el diario "LA HORA" en dos tomos. 

RELATOS:


  • El Testamento
  • Las penas de Rosaura
  • Plegaria en el siglo naciente
  • La Profecía
  • Unas buenas cosechas
  • Las cosas del senador
  • El comité dos
  • Comida para locos
  • Palmito, París chiquito.
  • El mudo Moisés
  • Paraísos Perdidos


CRÓNICAS PERIODÍSTICAS:



  • La ciudad de los recuerdos
  • La terrible Martínez jolgorio e infortunio
  • Epílogo de una obra en tres actos
  • El caso del líder burlado
  • Una vieja amistad
  • Drama tras las rejas
  • La invasión de los marcianos.
  • Novelista amenazado de muerte.
  • Aventura en la amazonía.
  • Historia de un entuerto.
  • El monstruo y el caso de los abrigos fantasmas
  • Aquel maldito tango
  • El humor de los quiteños.


NOTAS SOBRE ALGUNAS OBRAS:

COMIDA PARA LOCOS:  

Está conformado por nueve cuentos con lo que Benjamín Carrión recuerda la pertenencia de Kingman a la segunda promoción de la llamada “Generación del 30” , encabezada por José de la Cuadra y Pablo Palacio. De  “ironizantes, no humoristas” califica el crítico ecuatoriano a los textos incluidos por Kingman en su libro. Identifica Carrión varias líneas narrativas en Comida para locos: 

a) cuentos de la tierra, de “agilidad narrativa, cuentos contados, conversados, sabidos” donde “la fluidez es mayor, las cosas corren sin atrancarse”; 

b) cuentos (que los chicos llaman “de espanto”, dice Carrión;  “de una infancia lejana”, llenos de “misterio, levitación, neblina”, en los que “se extiende, como una mancha” el humor negro; y 

c) cuentos “de puto narrador irónico, actual, inmerso dentro del vivir cotidiano, con implicaciones en lo social, lo económico, lo humano”.


DIOSES, SEMIDIOSES Y ASTRONAUTAS:

“…Se trata de una novela de madurez, en la que emplea el recurso de una rica polifonía: una serie de narradores subjetivos, entre cuyas voces se incluye la del narrador en tercera persona. Es una novela anticlerical, denunciadora de la idolatría y de la manipulación de los más humildes por parte de una iglesia aferrada, como ninguna otra institución social. 

En esta obra ya se instituye en parte del estilo un humor inofensivo, al decir de Noboa Arízaga. “Un humor, en suma que se traduce en una adjetivación precisa, en un calificativo sorprendente por insólito, o en un símil imposible de acuerdo con la lógica habitual, pero que sin duda debe mucho al lenguaje popular: Un humor a veces epocal, de connotación política inudable, pero fresco e imaginativo. Un humor que contribuye a que muchos de sus personajes se nos presenten ungidos de lo que Ernest Hemingway denominó “gracia bajo presión”. ..

(Prólogo de "Obras completas"/Alejandro Querejeta.

LA ESCOBA DE LA BRUJA:

Es un relato de celos, de amores contrariados, del vertiginoso enriquecimiento de una familia. La vida tras las bambalinas de una oligarquía decadente.

La historia está contada con rápidos trazos, con un estilo expresionista, y mediante el manejo de un tiempo narrativo  en tercera persona.

Otro elemento importante, es que se salpica de vocablos de estirpe popular cuando es necesario ubicar a los personajes en su ambiente, su tradición y sus estados de ánimo.

La escoba de la bruja, título que alude a la caída de una clase social, el resquebrajamiento de un mundo condenado a la extinción en uno de sus modelos. Se mantiene el humor manifiesto en  su novela “Dioses, Semidioses y Astronautas”. 

ENLACES:

https://www.youtube.com/watch?v=zJGbtrhlqIQ


Bibliografía: Obras Compeltas/Relatos y Crónicas/Diario La Hora,  2002 /

                        Crítica de la Literatura ecuatoriana/Benjamín Carrión .



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