domingo, enero 25

Pablo Palacio

“El insigne y joven escritor”



Nace en Loja el 25 de enero de 1906. Crece bajo la protección de José Ángel Palacio su tío, el mismo que lo educó y asistió hasta que fue joven e ingresó a la Universidad Central de Quito en la carrera de Jurisprudencia, se graduó de abogado ejerciendo con brillantez la jurisdicción por su gran capacidad de argucias e ingenio de interpretación.

Se desempeña como profesor y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central.

Con Benjamín Carrión en el Ministerio de Educación, ocupa el cargo de subsecretario y más adelante, el de Secretario de la Asamblea Constituyente.

Hombre de izquierda, sin traición y sin desmayos, hombre entero. Participa en la fundación del Partido socialista, presentando hacia la vida una sola actitud; su convencimiento libre de llegar hacia un mundo mejor con una doctrina social, económica y política justa que se refleja en sus obras.

En “Mapa de América”; Benjamín Carrión esboza su retrato como - Un muchacho magro, con una cara alargada, de esas a las que el expresivismo popular aplica la fórmula “de frente filo; de filo nada”. El pelo rojizo a la “cepillo de vestidos”. La cara blanca, constelada de pecas. Y allí unos ojillos pequeñines que, de cuando en cuando, se iluminaban de pasajero fulgor. La cara inclinada y un cierto balanceo perezoso en el andar…-

El mayor aporte del lojano a la literatura nacional es haber abierto los caminos de la modernidad literaria, de la modernidad del pensamiento en el país, a partir de la revolución literaria que se produce en Latinoamérica y Europa.

Humberto Robles manifiesta que “Palacio problematiza no solo la relación del texto con los personajes y el lector, sino también la de este con el autor, y la de este, a su vez, consigo mismo con su propia identidad con su práctica narrativa. El resultado lato es la de textos de lectura más exigente, textos en que se potencia la participación del lector y, por contiguidad, se potencia al ciudadano a cuestionar activamente el orden y la autoridad de la sociedad y la cultura”

Su apego a las letras fue notorio desde sus primeros años juveniles, recibiendo una mención de honor por su participación en los primeros “juegos florales universitarios”.

 En 1927 aparecieron en Quito, publicados por este escritor, el libro de cuentos “Un hombre muerto a punta pies”  y la novela “Débora”, de literatura humorística, novela ironista; en esta obra el autor manifiesta el extraordinario manejo de técnicas y figuras literarias; dos obras desconcertantes, humorísticas, extrañas de descrédito de la realidad como anota Carrión en el estudio que a Palacio dedicó en el Mapa de América.

En1932 se publicó “Vida del Ahorcado” en el que se manifiesta su rechazo a la situación política que vive el país y una necesidad de cambio de los comportamientos que dominan en ese momento, el mismo que fue realizado a manera de folleto, donde da muestra de su férrea voluntad de ser escritor.

En 1935 publicó en Chile las “Doctrinas Filosóficas de Heráclito de Efeso”, que tradujo al francés. Entre otras de sus obras contamos con “Un nuevo caso de Mariage en troist (Tal vez un fragmento de su novela perdida Ojeras de Virgen) de humor cáustico, “La doble y única mujer” con la concepción múltiple atribuida a la infidelidad, en la que se reconoce la parodia, la exageración absurda de la norma.

Su obra periodística fue desarrollada, desde sus primeras crónicas parlamentarias publicadas en “El Día” hasta su última labor en  “La Tierra”, en la que hizo las postreras armas como periodista.

Su apasionamiento por la literatura lo lleva a experimentar más allá de la narrativa y se inmiscuye en la poesía, prueba de ello son algunos de los poemas que se hallan en “Vida del Ahorcado” y parte de su producción poética se halla registrada, en un archivo en la biblioteca de la Universidad Nacional de Loja.

Benjamín Carrión comenta sobre su muerte acaecida en 1956 “La locura lo obsedía. Murió en un manicomio. Y fue, amigos, para mí, la inteligencia ecuatoriana más lúcida, de lucidez casi algebraica, que haya tenido cerca. Su obra, parva, es sin duda uno de los documentos más serios que su generación puede dejar al futuro”.

Biliografía: Fundación Mora Reyes, Pablo Palacio
Palacio, Pablo, Un hombre muerto a puntapiés, colección antares
Océano, Enciclopedia del Ecuador
Jaramillo, Valdivieso Paulina-Primicias Lojanas,Colegio Eugenio Espejo

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