“Palacio es cerebro que piensa y brazo que ejecuta”. Julio Troncoso
Bibliografía: Revista “Acontecer” Nro.
Revista “Mediodía” Nro. 51, Casa de la Cultura Ecuatoriana
Entrevista a la Sra. Luz Palacio.
Fuente: Jaime F. Salcedo J.
Jaramillo, Valdivieso Paulina-Primicias Lojanas-Colegio Eugenio Espejo
Escultor
- pintor. Nació en Loja el 1 de noviembre de 1908. Hijo de Belisario Palacio y de Eloísa
Moreno Vélez. Padre de los escultores Alfredo y Wolfram. Estudió la
primaria en la escuela Miguel Riofrío y en la de los Hermanos
Cristianos, la secundaria en el Colegio Bernardo Valdivieso y en el
Colegio Mejía de Quito, Y sus estudios superiores en la escuela de
Bellas Artes de Quito; en la Academia de San Fernando de Madrid y en la
escuela de Cerámica de la misma ciudad.
Daniel Elías
Palacio nació artista, no tuvo maestros ni guías cuando en su niñez
enteramente pobre, hacía figurillas primorosas de mantequilla para las
buenas mesas, figurillas de barro cocido y pequeños utensilios de
madera, para sostener a los suyos; a la vez que asistía a la escuela
“Miguel Riofrío” a seguir modelando, dando expresión y vida a sus
trabajos de “barro ceroso” recogido en el barrio “San José”, en las
afueras de la ciudad.
Su pasmosa “habilidad” para el
dibujo y, sobretodo, para la escultura, pronto trascendió en la pequeña
ciudad nuestra, y esto le valió para que promovido un concurso municipal
obtuviera el primer premio por su obra presentada. En 1925, cuando
Daniel Elías tenía la edad de diecisiete años El Consejo de Loja
promovió otro concurso de la misma índole. Palacio ganó el primer
premio: una beca para estudiar en la escuela de Bellas Artes de Quito.
El jurado se quedó sorprendido del trabajo artístico presentado: un
grupo escultórico de barro bronceado.
Inmediatamente se
trasladó a Quito a ingresar a la referida escuela cuyo director era el
afamado pintor Víctor Mideros. En dicho Instituto de 80 alumnos Daniel
Elías Palacio descolló brillantemente, por lo que fue seleccionado
unánimemente por el profesorado para que fuese a beneficiarse de la beca
que el Gobierno Español había concedido para un estudiante ecuatoriano,
en la Academia de Bellas Artes San Fernando de Madrid. Por iniciativa
propia estudió en la escuela de cerámica, de la famosa Academia
madrileña en la que se trabaja hasta hoy hermosas piezas de porcelana y
losa. Pero no descuidó la escultura y la pintura. En este último aspecto
trabajó un notable retrato del gran periodista Benigno Barella
contemporáneo del novelista español, en boga en aquel entonces, Vicente
Blasco Ibáñez.
Fue testigo de la caída del Gobierno del
Rey Alfonso XIII -1931- , hecho político que transformó en mucho la
vida española. Daniel Elías pensó regresar al Ecuador y lo habría hecho
si el Director de la referida Escuela de cerámica no le hubiese
advertido que le faltaba estudiar organización fabril, pues que cosa
interesante, Pablo ya había proyectado un plan de fábrica de cerámica en
nuestro país.
En 1935 regresó al Ecuador. Gobernaba la
nación Velasco Ibarra. A los oídos de Carlos Zambrano Orejuela había
llegado la fama que principiaba a tener Daniel Elías como destacado
artista. Lo llamó y le propuso que fuera a Riobamba a instalar una
Escuela Industrial, que principiaría por la Escuela de Cerámica,
desarrollando un gran trabajo. Su faceta de maestro y formador de
juventudes la realizó en el Centro de Artes y Oficio que lleva el nombre
de “Escuela Industrial “Carlos Cisneros, donde impartía sus
conocimientos en todas las ramas del arte, enseñó técnicas de
juguetería, modelaje de figuras, confección de muñecas de pasta,
formando grandes artistas en artes plásticas. En este centro de Artes y
oficios enseñaba a las costureras diseño y a bordar, realizando
constantes exposiciones para demostrar el talento de sus alumnas. Además
desarrolló su gusto por el teatro evidenciado en la elaboración de las
escenografías. Se destacó por su ingenio en la escultura, pintura,
orfebrería a más de tener conocimientos de anatomía, química y
astronomía.
En la comunidad indígena de Guano también
impartió sus conocimientos a los indígenas en la elaboración de dibujos
para la confección de alfombras.
Daniel Elías, con la
altivez propia de su edad, y después de haber observado que ocultamente
se estaba desconfiando de su capacidad puesto que se lo controlaba a
través de un empírico (Absurdos que constantemente ocurren en el
Ecuador), reaccionó y viajó intempestivamente a Quito, abandonando su
proyecto de trabajo que había comenzado a materializarse con la
construcción de grandes hornos.
En Quito conoció a Eva
Colman de origen alemán, juntos trabajaron en la fábrica de cerámica, se
casaron en el año de 1937, producto de este matrimonio nacieron cinco
hijos: Luz, que se destacó como boticaria, Paúl escultor, Efeline,
profesora de idiomas, Wolfram; escultor, Hans; músico que en la
actualidad vive en Alemania.
En Quito le ocurrió una
cosa digna de contarlo: el reciente fundado Banco Central del Ecuador
disponía de un laboratorio de Química. Julio Aráuz, Decano de la
Facultad de Ciencias de la Universidad Central, era también Director de
dicho laboratorio y lo utilizaba a este para cuestiones relacionadas con
el oro del Banco Emisor. De repente el Laboratorio, sufrió un
desperfecto que paralizó su funcionamiento. No existía ni en Quito, ni
en Guayaquil, persona que pudiese ponerlo en marcha. Se lo creía
simplemente perdido. Había que tornear y adecuar importantes piezas. El
Director del Laboratorio, a presencia de Gonzalo Escudero, contrató a
Daniel Elías para la reparación, si ello era posible. Palacio después de
una completa revisión del Laboratorio, había asegurado que haría “el
milagro”. Y lo hizo. El Laboratorio volvió nuevamente a funcionar a
perfección, ante el asombro de todos. Arauz, maravillado del ingenio de
Daniel Elías, había exclamado: “este es un hombre que si se propone
hacer la bomba atómica (comenzaba a hablarse de tal espantosa bomba), la
hace”. Palacio pudo ganarse así, un poco más de admiración y treinta
mil sucres, los primeros en su existencia.
Daniel Elías ha
construido estatuas en muchos lugares del Ecuador. Ganó las medallas de
oro de los municipios de Loja y Guayaquil (1979-1986). Entre sus
numerosas obras figuran los monumentos de cuerpo entero: Gabriel García
Moreno (Guayaquil); Juan de Dios Martínez Meras (Guayaquil); Alfredo
Baquerizo Moreno (Guayaquil); Camilo Ponce Enríquez (Quito); Luis
Cordero (Cuenca); José Peralta (Cuenca) proyecto ganado en concurso
internacional (Ambato); Rafael María Arízaga (Cuenca); Emiliano Crespo
(Cuenca); Honorato Vásquez (Cuenca); Juan León Mera (Ambato); Juan
Benigno Vela (Ambato); Pío Jaramillo Alvarado (Loja); Isidro Ayora
(Loja); Alonso de Mercadillo (Loja); Simón Bolívar (Loja); Benjamín
Carrión (Loja).
La estatua de Mercadillo que, según el decir de
Cordero Crespo es “sin duda, sino la mejor lograda, porque todas lo son,
la de mayor volumen, y más intensa labor de fundición, puesto que es
ecuestre”. Y prosigue Cordero Crespo “La estatua es magnífica: Aparece
el hidalgo prócer hispano cabalgando un brioso corcel, de formas
enérgicas, que está aparejado y enjaezado con detalles de bordaduras
prolijas, a la usanza de los arneses que empleaban los egregios jinetes
de la conquista. La figura de don Alonso es insuperable: una fisonomía
aguileña, cubierta la cabeza de un yelmo, igualmente preciosista, y
denotando en conjunto una postura que parece comunicarle vida”.
Cuando.
Daniel Elías vino a entregar la estatua ecuestre de Mercadillo.
Inmediatamente se hizo encendida controversia sobre donde debería
colocarse la estatua, la que provisionalmente fue puesta en la planta
baja de la Casa del Pueblo. Allí permaneció meses de meses, y nadie
pensó siquiera en dar su opinión sobre la estatua y sobre el artista que
le dio aliento de eternidad. ¿No causa grima esta actitud negativa y
bochornosa?... Posteriormente fue colocada en la Plaza de San Francisco
donde permanece hasta la actualidad.
Bustos: Octavio Chacón
(Cuenca); Muñoz Vernaza (Cuenca); Carlos Arízaga (Cuenca); Luis Cordero
Crespo (Cuenca); Hermano Bernabé (Loja); Segundo Cueva Celi (Loja);
Zoilo Rodríguez (Loja); y, otros.
El
Dr. Cordero escritor de su libro “Huellas de un Caminante”, tratando de
la inauguración del monumento a Rafael María Arízaga, dice: “Proclamo
porque conviene hacerlo, que esta estatua fue proyectada y fundida en
nuestra ciudad para aplauso de las gentes de hoy y para constancia en el
futuro, por el inspirado artista y técnico fundidor lojano don Daniel
Elías Palacio; de modo que esta estatua tiene el sello propio de lo
arraigadamente nuestro, es parte de nuestra alma ecuatoriana
solidificada en bronce. Proximidad de espíritu más que de geografía, con
ser tan estrecha ha predestinado, que Loja, por medio de un hijo suyo,
plasme en Cuenca la estatua de los más grandes cuencanos. Bendita sea la
Patria una e indivisible”.
Daniel Elías se
ha caracterizado por ser un buen conversador y excelente amigo, gusta de
contarnos tantas y tantas cosas, interesantes y sabrosas, por la serie
de episodios y anécdotas con que adorna su atrayente charla. Siempre
jovial y risueño, lo describe Crespo Ordóñez en forma tan real y
perfecta que se hace difícil superar.
Destaquemos que
Palacio ha modelado su personalidad artística debido únicamente a su
vocación innata. Por ello ha podido llegar a tanto aunque sus
coterráneos no lo hayan percibido. Pero él posee el envidiable
privilegio de haber sido elogiado por Mariano Vellura, Eduardo Chicharro
y Victorio Macho, artistas de fama mundial.
Murió en la ciudad de Loja el 20 de mayo de 1988 a la edad de 80 años.
ALGUNAS ANÉCDOTAS DEL ARTISTA:
El
Maestro Alfredo Palacio en una entrevista que le realizara el Dr. José
María Monteros en diciembre de 1997, -dice- “En primer lugar debo
advertir que Daniel Elías y yo ensuciábamos la casa con barro y carbón y
mi madre, que era tan pulcra, nos castigaba con fuete. Angel Felicísimo
Rojas en alguna ocasión dijo- los hermano Palacio Moreno sabían
exactamente lo que iban a ser de grandes.-
Mi padre
falleció cuando yo tenía cinco años, en 1917. Era un buen violinista por
eso considero que soy un músico frustrado. En la escuela la Miguel
Riofrío y la de los Hermanos Cristianos me volví –un puñete formidable-
dice Alfredo- para defender a mi hermano Daniel Elías, que aunque era
cinco años mayor a mí, debido a su prodigioso talento y genialidad,
muchas veces era la burla de sus compañeros…”
En la
última visita que hizo a Loja el Dr. Angel Felicísimo Rojas, mi madre
solicitó que nos recibiera a mi hermano Daniel Eduardo y Yo Jaime
Fernando, alumnos del Colegio Eugenio Espejo, para cruzar algunas
palabras con él y conocerlo. El Dr. Angel Felicísimo nos preguntó que
queríamos ser de grandes, que si nos gusta escribir o la música o
pintar. Yo le respondí que pintar y mi hermano tocar el saxofón; dijo
que en la sangre llevamos sangre de artísticas y escritores y que solo
dependía de nosotros para lograr lo que queríamos, nos contó que cuando
Daniel Elías Palacio y él estudiaban en el colegio, Daniel Elías
Palacio, solía pasarse las clases haciendo caricaturas de sus profesores
en pepa de luma, claro no era tan destacado en sus estudios como
ingenioso en sus caricaturas….
Bibliografía: Revista “Acontecer” Nro.
Revista “Mediodía” Nro. 51, Casa de la Cultura Ecuatoriana
Entrevista a la Sra. Luz Palacio.
Fuente: Jaime F. Salcedo J.
Jaramillo, Valdivieso Paulina-Primicias Lojanas-Colegio Eugenio Espejo
Soy nieta de Daniel Elías Palacio Vélez, que así se llamaba mi abuelo, pero los datos deben ser investigados bien, se encuentra con faltas ortograficas y los datos no son los exactos, favor comunicarse con su hijo Paul Palacio Collmann a la península, Salinas, 042777588, gracias. Tamia Palacio
ResponderEliminarMe gustaria que se comuniquen con mi padre el hijo mayor de Daniel Elias Palacio Velez, el se llama escultor Paul Palacio Collmann, 04-2777588 en Salinas.
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