miércoles, noviembre 18

Nicolás Kingman Riofrío



Periodista, escritor y político:







"La primera observación de tipo general que
puede hacerse a estos relatos es la de continuidad
 con la línea primera marcada en los relagos
 de hace treinta años. En la que , a su vez, 
se marca la característica esencial 
de la narrativa lojana: su sentido del humor. 
Cosa de que carece, por regla general, 
la narrativa ecuatoriana de todos los tiempos. 
Entre los cuentos de la tierra, que son mayoría, 
hallamos agilidad narrativa, cuentos contados, 
conversados, sabidos. Pero en estos cuentos hay misterio, 
levitación, neblina. Por casi todos ellos se estiende,
 como una mancha, como un telón de gases o de humo, 
el humor negro. 
Apartándose de los signos, Nicolás Kingman nos muestra
 su capacidad de puro narrador irónico, 
actual, inmerso dentro del vivir cotidano,
 con implicaciones en lo social, 
lo económico y lo humano."

Benjamín Carrión.




Nace en Loja el 18 de noviembre de 1918, hijo del médico estadounidense Edward Kingman y Dña Rosa Riofrío. Es hermano del connotado artista Eduardo Kingman. Completó sus estudios secundarios en el colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil.  

La literatura y la política han sido las dos grandes pasiones que han gobernado su vida. Muy joven protagonizó en el Colegio Vicente Rocafuerte la primera huelga estudiantil, al mismo tiempo que iniciaba una entrañable amistad con Pedro Jorge Vera y los membros del Grupo Guayaquil: Joaquín Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta, Alfredo Pareja Diezcanseco, José de la Cuadra y Enrique Gil Gilbert.

En 1933 inicia su vasta trayectoria literaria y periodística en el diario El Telégrafo, que luego continuaría en La Tierra y Diario del Ecuador. Desde 1986 a 2013 sería Director del diario La Hora.

Nicolás, hombre comprometido con su tiempo, su obra y su vida, imprescindibles para comprender al Ecuador de la segunda mitad del siglo XX. Se ha desempeñado como diputado en la Asamblea Constituyente de 1944, y luego en el congreso nacional de 1948 y 1956, en la Inspección General de Ecuador entre 1961 a 1963, en la subdirección del Banco de la Vivienda entre 1964- y 1968; como director del diario “La Hora” desde 1985 al 2013. Fue Miembro Fundador de Escritores y Artistas, Miembro del Consejo Editorial de la Biblioteca del Banco Central del Ecuador. 

En 1997 el gobierno nacional reconoció públicamente su vida dedicada al servicio de la cultura y los intereses ciudadanos, otorgándole el Premio Nacional de Cultura “Eugenio Espejo”.

En el prólogo de Obras Completas publicado por diario La Hora, Alejandro Querejeta manifiesta:

“La narrativa de Nicolás Kingman se inscribe en un linaje del que ya quedan pocos representantes en Latinoamérica. La novela y el cuento urbanos han desplazado de manera creciente a sus pariguales referidos al ámbito rural, bien se trate de selvas, serranías o zonas ganaderas o agrícolas.  (…)

Sus primeros pasos en la literatura fueron paralelos a los de la política, pues indica que desde muy joven militó en el Partido Comunista que en ese entonces era precedido por el también lojano Manuel Agustín Aguirre, llegando a ser tres veces diputado, primero por Napo - Pastaza y luego por Guayas.

En la obra de Nicolás Kingman se cumple una aguda observación muy temprana debida a uno de los mejores críticos de la novela ecuatoriana, y también de sus actores principales. Ya en 1948 en su estudio La novela ecuatoriana, Ángel Felicísimo Rojas sostenía que en Ecuador “el hombre político que hace literatura, o el escritor que hace política, no han podido, entre nosotros, evitarse de llevar a sus libros la pasión de su lucha política”. Tres veces diputado, organizador de  sindicatos y de un partido político, periodista y miembro prominente de uno de los gobiernos democráticos que tuvo el país en la segunda mitad del siglo XX, Nicolás Kingman en su narrativa no puede sustraerse de asumir con pasión el planteamiento de sus ideas, y en la obra de mayor aliento de ellas Dioses, semidioses y astronautas, 1982 un acidulado e inclaudicable anticlericalismo.

Pero un rasgo distintivo de la narrativa de Kingman es, como señaló en su momento Benjamín Carrión, su formidable sentido del humor. Una característica que Carrión atribuye a todo el relato lojano, “Que no persigue las fáciles intenciones de provocar la risa”. Un humor el de Kingman que va desde la ironía sutil hasta el sarcasmo, que no se detiene ante nada ni nadie, y que toca, afecta, desenmascara o ridiculiza desde el más simple de los personajes hasta el más relevante. Un humor que alcanza el nivel de la sátira  (pongamos por caso el cuento “Palmito, París chiquito”), cuando con amargura son develadas las contradicciones y absurdos del comportamiento humano. O un humor que se orna grotesco, como en el caso de Dioses, semidioses y astronautas, cuando la moral religiosa se trastoca en desmontaje burdo de sus principios fundamentales..." 

RECONOCIMIENTOS:

-    En 1997, fue galardonado con el honor más alto de Ecuador, El Premio Nacional de Cultura “Eugenio Espejo” otorgado por el Gobierno Nacional.

-   Premio “José María Lequerica” por su novela “Dioses, Semidioses y Astronautas”.

-   En el 2011, es homenajeado en su ciudad de origen, por la Casa de la Cultura Núcleo de Loja, como un reconocimiento a su trayectoria y aporte a la cultura nacional.

 Stalin Alvear, ex presidente provincial y nacional de la institución, fue el encargado de destacar los méritos de Nicolás Kingman, a quien consideró como “el más notable historiador del siglo XX y parte del actual, no narrando hechos insípidos y a secas, sino medio licuados con las pócimas y el encanto de su jovialidad”.

SUS OBRAS:

CUENTOS:
 

  • El Mundo de Moisés, publicado en 1939 en la revista SEA.
  • Miseria en la Semana Gráfica (No. 116, 19 de agosto de 1933) publicado en el diario “El Telégrafo”
  • Comida para locos, 1974.
  • Paraísos Perdidos, editada por el Convenio Andrés Bello en 1984. 


NOVELAS:


  • Dioses, semidioses y astronautas, 1982.
  • La escoba de la bruja, 2000.

 OBRA LITERARIA Y PERIODÍSTICA, QUE CONSTA EN "OBRAS COMPLETAS" publicado por el diario "LA HORA" en dos tomos. 

RELATOS:


  • El Testamento
  • Las penas de Rosaura
  • Plegaria en el siglo naciente
  • La Profecía
  • Unas buenas cosechas
  • Las cosas del senador
  • El comité dos
  • Comida para locos
  • Palmito, París chiquito.
  • El mudo Moisés
  • Paraísos Perdidos


CRÓNICAS PERIODÍSTICAS:



  • La ciudad de los recuerdos
  • La terrible Martínez jolgorio e infortunio
  • Epílogo de una obra en tres actos
  • El caso del líder burlado
  • Una vieja amistad
  • Drama tras las rejas
  • La invasión de los marcianos.
  • Novelista amenazado de muerte.
  • Aventura en la amazonía.
  • Historia de un entuerto.
  • El monstruo y el caso de los abrigos fantasmas
  • Aquel maldito tango
  • El humor de los quiteños.


NOTAS SOBRE ALGUNAS OBRAS:

COMIDA PARA LOCOS:  

Está conformado por nueve cuentos con lo que Benjamín Carrión recuerda la pertenencia de Kingman a la segunda promoción de la llamada “Generación del 30” , encabezada por José de la Cuadra y Pablo Palacio. De  “ironizantes, no humoristas” califica el crítico ecuatoriano a los textos incluidos por Kingman en su libro. Identifica Carrión varias líneas narrativas en Comida para locos: 

a) cuentos de la tierra, de “agilidad narrativa, cuentos contados, conversados, sabidos” donde “la fluidez es mayor, las cosas corren sin atrancarse”; 

b) cuentos (que los chicos llaman “de espanto”, dice Carrión;  “de una infancia lejana”, llenos de “misterio, levitación, neblina”, en los que “se extiende, como una mancha” el humor negro; y 

c) cuentos “de puto narrador irónico, actual, inmerso dentro del vivir cotidiano, con implicaciones en lo social, lo económico, lo humano”.


DIOSES, SEMIDIOSES Y ASTRONAUTAS:

“…Se trata de una novela de madurez, en la que emplea el recurso de una rica polifonía: una serie de narradores subjetivos, entre cuyas voces se incluye la del narrador en tercera persona. Es una novela anticlerical, denunciadora de la idolatría y de la manipulación de los más humildes por parte de una iglesia aferrada, como ninguna otra institución social. 

En esta obra ya se instituye en parte del estilo un humor inofensivo, al decir de Noboa Arízaga. “Un humor, en suma que se traduce en una adjetivación precisa, en un calificativo sorprendente por insólito, o en un símil imposible de acuerdo con la lógica habitual, pero que sin duda debe mucho al lenguaje popular: Un humor a veces epocal, de connotación política inudable, pero fresco e imaginativo. Un humor que contribuye a que muchos de sus personajes se nos presenten ungidos de lo que Ernest Hemingway denominó “gracia bajo presión”. ..

(Prólogo de "Obras completas"/Alejandro Querejeta.

LA ESCOBA DE LA BRUJA:

Es un relato de celos, de amores contrariados, del vertiginoso enriquecimiento de una familia. La vida tras las bambalinas de una oligarquía decadente.

La historia está contada con rápidos trazos, con un estilo expresionista, y mediante el manejo de un tiempo narrativo  en tercera persona.

Otro elemento importante, es que se salpica de vocablos de estirpe popular cuando es necesario ubicar a los personajes en su ambiente, su tradición y sus estados de ánimo.

La escoba de la bruja, título que alude a la caída de una clase social, el resquebrajamiento de un mundo condenado a la extinción en uno de sus modelos. Se mantiene el humor manifiesto en  su novela “Dioses, Semidioses y Astronautas”. 

ENLACES:

https://www.youtube.com/watch?v=zJGbtrhlqIQ


Bibliografía: Obras Compeltas/Relatos y Crónicas/Diario La Hora,  2002 /

                        Crítica de la Literatura ecuatoriana/Benjamín Carrión .



domingo, noviembre 1

Daniel Elías Palacio Moreno

 “Palacio es cerebro que piensa y brazo que ejecuta”. Julio Troncoso 





Escultor - pintor. Nació en Loja el 1 de noviembre de 1908. Hijo de Belisario Palacio y de Eloísa Moreno Vélez. Padre de los escultores Alfredo y Wolfram. Estudió la primaria en la escuela Miguel Riofrío y en la de los Hermanos Cristianos, la secundaria en el Colegio Bernardo Valdivieso y en el Colegio Mejía de Quito, Y sus estudios superiores en la escuela de Bellas Artes de Quito; en la Academia de San Fernando de Madrid y en la escuela de Cerámica de la misma ciudad.

Daniel Elías Palacio nació artista, no tuvo maestros ni guías cuando en su niñez enteramente pobre, hacía figurillas primorosas de mantequilla para las buenas mesas, figurillas de barro cocido y pequeños utensilios de madera, para sostener a los suyos; a la vez que asistía a la escuela “Miguel Riofrío” a seguir modelando, dando expresión y vida a sus trabajos de “barro ceroso” recogido en el barrio “San José”, en las afueras de la ciudad.

Su pasmosa “habilidad” para el dibujo y, sobretodo, para la escultura, pronto trascendió en la pequeña ciudad nuestra, y esto le valió para que promovido un concurso municipal obtuviera el primer premio por su obra presentada. En 1925, cuando Daniel Elías tenía la edad de diecisiete años El Consejo de Loja promovió otro concurso de la misma índole. Palacio ganó el primer premio: una beca para estudiar en la escuela de Bellas Artes de Quito. El jurado se quedó sorprendido del trabajo artístico presentado: un grupo escultórico de barro bronceado.

Inmediatamente se trasladó a Quito a ingresar a la referida escuela cuyo director era el afamado pintor Víctor Mideros. En dicho Instituto de 80 alumnos Daniel Elías Palacio descolló brillantemente, por lo que fue seleccionado unánimemente por el profesorado para que fuese a beneficiarse de la beca que el Gobierno Español había concedido para un estudiante ecuatoriano, en la Academia de Bellas Artes San Fernando de Madrid. Por iniciativa propia estudió en la escuela de cerámica, de la famosa Academia madrileña en la que se trabaja hasta hoy hermosas piezas de porcelana y losa. Pero no descuidó la escultura y la pintura. En este último aspecto trabajó un notable retrato del gran periodista Benigno Barella contemporáneo del novelista español, en boga en aquel entonces, Vicente Blasco Ibáñez.

Fue testigo de la caída del Gobierno del Rey Alfonso XIII -1931- , hecho político que transformó en mucho la vida española. Daniel Elías pensó regresar al Ecuador y lo habría hecho si el Director de la referida Escuela de cerámica no le hubiese advertido que le faltaba estudiar organización fabril, pues que cosa interesante, Pablo ya había proyectado un plan de fábrica de cerámica en nuestro país.

En 1935 regresó al Ecuador. Gobernaba la nación Velasco Ibarra. A los oídos de Carlos Zambrano Orejuela había llegado la fama que principiaba a tener Daniel Elías como destacado artista. Lo llamó y le propuso que fuera a Riobamba a instalar una Escuela Industrial, que principiaría por la Escuela de Cerámica, desarrollando un gran trabajo. Su faceta de maestro y formador de juventudes la realizó en el Centro de Artes y Oficio que lleva el nombre de “Escuela Industrial “Carlos Cisneros, donde impartía sus conocimientos en todas las ramas del arte, enseñó técnicas de juguetería, modelaje de figuras, confección de muñecas de pasta, formando grandes artistas en artes plásticas. En este centro de Artes y oficios enseñaba a las costureras diseño y a bordar, realizando constantes exposiciones para demostrar el talento de sus alumnas. Además desarrolló su gusto por el teatro evidenciado en la elaboración de las escenografías. Se destacó por su ingenio en la escultura, pintura, orfebrería a más de tener conocimientos de anatomía, química y astronomía.

En la comunidad indígena de Guano también impartió sus conocimientos a los indígenas en la elaboración de dibujos para la confección de alfombras.

 Daniel Elías, con la altivez propia de su edad, y después de haber observado que ocultamente se estaba desconfiando de su capacidad puesto que se lo controlaba a través de un empírico (Absurdos que constantemente ocurren en el Ecuador), reaccionó y viajó intempestivamente a Quito, abandonando su proyecto de trabajo que había comenzado a materializarse con la construcción de grandes hornos.

En Quito conoció a Eva Colman de origen alemán, juntos trabajaron en la fábrica de cerámica, se casaron en el año de 1937, producto de este matrimonio nacieron cinco hijos: Luz, que se destacó como boticaria, Paúl escultor, Efeline, profesora de idiomas, Wolfram; escultor, Hans; músico que en la actualidad vive en Alemania.

En Quito le ocurrió una cosa digna de contarlo: el reciente fundado Banco Central del Ecuador disponía de un laboratorio de Química. Julio Aráuz, Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central, era también Director de dicho laboratorio y lo utilizaba a este para cuestiones relacionadas con el oro del Banco Emisor. De repente el Laboratorio, sufrió un desperfecto que paralizó su funcionamiento. No existía ni en Quito, ni en Guayaquil, persona que pudiese ponerlo en marcha. Se lo creía simplemente perdido. Había que tornear y adecuar importantes piezas. El Director del Laboratorio, a presencia de Gonzalo Escudero, contrató a Daniel Elías para la reparación, si ello era posible. Palacio después de una completa revisión del Laboratorio, había asegurado que haría “el milagro”. Y lo hizo. El Laboratorio volvió nuevamente a funcionar a perfección, ante el asombro de todos. Arauz, maravillado del ingenio de Daniel Elías, había exclamado: “este es un hombre que si se propone hacer la bomba atómica (comenzaba a hablarse de tal espantosa bomba), la hace”. Palacio pudo ganarse así, un poco más de admiración y treinta mil sucres, los primeros en su existencia.
Daniel Elías ha construido estatuas en muchos lugares del Ecuador. Ganó las medallas de oro de los municipios de Loja y Guayaquil (1979-1986). Entre sus numerosas obras figuran los monumentos de cuerpo entero: Gabriel García Moreno (Guayaquil); Juan de Dios Martínez Meras (Guayaquil); Alfredo Baquerizo Moreno (Guayaquil); Camilo Ponce Enríquez (Quito); Luis Cordero (Cuenca); José Peralta (Cuenca) proyecto ganado en concurso internacional (Ambato); Rafael María Arízaga (Cuenca); Emiliano Crespo (Cuenca); Honorato Vásquez (Cuenca); Juan León Mera (Ambato); Juan Benigno Vela (Ambato); Pío Jaramillo Alvarado (Loja); Isidro Ayora (Loja); Alonso de Mercadillo (Loja); Simón Bolívar (Loja); Benjamín Carrión (Loja).
La estatua de Mercadillo que, según el decir de Cordero Crespo es “sin duda, sino la mejor lograda, porque todas lo son, la de mayor volumen, y más intensa labor de fundición, puesto que es ecuestre”. Y prosigue Cordero Crespo “La estatua es magnífica: Aparece el hidalgo prócer hispano cabalgando un brioso corcel, de formas enérgicas, que está aparejado y enjaezado con detalles de bordaduras prolijas, a la usanza de los arneses que empleaban los egregios jinetes de la conquista. La figura de don Alonso es insuperable: una fisonomía aguileña, cubierta la cabeza de un yelmo, igualmente preciosista, y denotando en conjunto una postura que parece comunicarle vida”.

Cuando. Daniel Elías vino a entregar la estatua ecuestre de Mercadillo. Inmediatamente se hizo encendida controversia sobre donde debería colocarse la estatua, la que provisionalmente fue puesta en la planta baja de la Casa del Pueblo. Allí permaneció meses de meses, y nadie pensó siquiera en dar su opinión sobre la estatua y sobre el artista que le dio aliento de eternidad. ¿No causa grima esta actitud negativa y bochornosa?... Posteriormente fue colocada en la Plaza de San Francisco donde permanece hasta la actualidad.
Bustos: Octavio Chacón (Cuenca); Muñoz Vernaza (Cuenca); Carlos Arízaga (Cuenca); Luis Cordero Crespo (Cuenca); Hermano Bernabé (Loja); Segundo Cueva Celi (Loja); Zoilo Rodríguez (Loja); y, otros.

El Dr. Cordero escritor de su libro “Huellas de un Caminante”, tratando de la inauguración del monumento a Rafael María Arízaga, dice: “Proclamo porque conviene hacerlo, que esta estatua fue proyectada y fundida en nuestra ciudad para aplauso de las gentes de hoy y para constancia en el futuro, por el inspirado artista y técnico fundidor lojano don Daniel Elías Palacio; de modo que esta estatua tiene el sello propio de lo arraigadamente nuestro, es parte de nuestra alma ecuatoriana solidificada en bronce. Proximidad de espíritu más que de geografía, con ser tan estrecha ha predestinado, que Loja, por medio de un hijo suyo, plasme en Cuenca la estatua de los más grandes cuencanos. Bendita sea la Patria una e indivisible”.

Daniel Elías se ha caracterizado por ser un buen conversador y excelente amigo, gusta de contarnos tantas y tantas cosas, interesantes y sabrosas, por la serie de episodios y anécdotas con que adorna su atrayente charla. Siempre jovial y risueño, lo describe Crespo Ordóñez en forma tan real y perfecta que se hace difícil superar.

Destaquemos que Palacio ha modelado su personalidad artística debido únicamente a su vocación innata. Por ello ha podido llegar a tanto aunque sus coterráneos no lo hayan percibido. Pero él posee el envidiable privilegio de haber sido elogiado por Mariano Vellura, Eduardo Chicharro y Victorio Macho, artistas de fama mundial.

Murió en la ciudad de Loja el 20 de mayo de 1988 a la edad de 80 años.

ALGUNAS ANÉCDOTAS DEL ARTISTA:

El Maestro Alfredo Palacio en una entrevista que le realizara el Dr. José María Monteros en diciembre de 1997, -dice- “En primer lugar debo advertir que Daniel Elías y yo ensuciábamos la casa con barro y carbón y mi madre, que era tan pulcra, nos castigaba con fuete. Angel Felicísimo Rojas en alguna ocasión dijo- los hermano Palacio Moreno sabían exactamente lo que iban a ser de grandes.-

Mi padre falleció cuando yo tenía cinco años, en 1917. Era un buen violinista por eso considero que soy un músico frustrado. En la escuela la Miguel Riofrío y la de los Hermanos Cristianos me volví –un puñete formidable- dice Alfredo- para defender a mi hermano Daniel Elías, que aunque era cinco años mayor a mí, debido a su prodigioso talento y genialidad, muchas veces era la burla de sus compañeros…”

En la última visita que hizo a Loja el Dr. Angel Felicísimo Rojas, mi madre solicitó que nos recibiera a mi hermano Daniel Eduardo y Yo Jaime Fernando, alumnos del Colegio Eugenio Espejo, para cruzar algunas palabras con él y conocerlo. El Dr. Angel Felicísimo nos preguntó que queríamos ser de grandes, que si nos gusta escribir o la música o pintar. Yo le respondí que pintar y mi hermano tocar el saxofón; dijo que en la sangre llevamos sangre de artísticas y escritores y que solo dependía de nosotros para lograr lo que queríamos, nos contó que cuando Daniel Elías Palacio y él estudiaban en el colegio, Daniel Elías Palacio, solía pasarse las clases haciendo caricaturas de sus profesores en pepa de luma, claro no era tan destacado en sus estudios como ingenioso en sus caricaturas….


Bibliografía: Revista “Acontecer” Nro.
Revista “Mediodía” Nro. 51, Casa de la Cultura Ecuatoriana
Entrevista a la Sra. Luz Palacio.
Fuente: Jaime F. Salcedo J.
Jaramillo, Valdivieso Paulina-Primicias Lojanas-Colegio Eugenio Espejo

miércoles, octubre 7

Edgar Palacios


“…su empeño tenaz, su disposición casi genética a la melodía han terminado signando el rostro cultural de la patria. Él es una suerte de vivificador, de impulsor del que hacer musical del país. Su dimensión interpretativa no se limita a la elocuencia del experto, sino que invade el ámbito de la recreación en donde la transparencia, en cálido maridaje, con las sensaciones hacen que el hecho de vivir valga la pena"





PARA VOLVER A NACER, EL DÍA NACE Y MUERE
SIN MOJARSE LOS PIES EN EL SILENCIO
POR LA ESCALERA DE JACOB TREPAN LAS CANCIONES
HOMBRE Y TROMPETA SE PIERDEN
COGIDOS DE LA MANO”
                       Euler Granda.


El 7 de octubre de 1940 nace en Loja, el músico, trompetista, gestor cultural; Maestro Edgar Augusto Palacios.  Época de conflicto nacional en cuyo regazo su madre Dña Julita Palacios cultivaba el arte de la floristería como un sendero propicio para la niñez del artista.

¿Qué si Edgar nació en cuna de papel pentagramado? No lo sé, pero que su vida dio eco a los más grandes pentagramas lojanos, nacionales e internacionales, no cabe la menor duda.

Inicia su vida musical con la bohemia y el compañerismo de sus amigos, así como peregrinando por las calles de su Loja junto a la Banda de los trabajadores “Primero de Mayo” .

La situación política del país provocó la escases del dinero en los hogares lojanos “(sumando a su pasión temprana por la música) hizo que Edgar, a partir de sus corto seis años, asistiera a la Iglesia de Santo Domingo para tocar cualquier cosita: pingullo, maracas, algún instrumento de percusión; estaba desde tempranito, casi antes que el gallo y el cura, para no faltar a ninguna de las cuatro misas diarias que comenzaban a las cinco de la madrugada y terminaban a las ocho de la mañana. Le pagaban dos reales por misa, los mismos que entregaba religiosamente a su madre con más dinero porque las misas, hasta el mediodía, no eran cuatro sino siete”.

Al ingresar al colegio Bernardo Valdivieso tiene la oportunidad de entrar en contacto con quienes constituyen paradigma de la cultura, la inteligencia y primordialmente el humanismo. En este centro de educación forman “La estudiantina” bajo la batuta del Maestro Segundo Cueva Celi, ejemplo e impulso para el joven artista, no solo como músico y creador de la estudiantina del colegio, sino como forjador de su personalidad, cimentador del conocimiento artístico y guía de profundos y verdaderos valores humanos. (su alumno, grato y leal, pagaría su deuda décadas después, al convertirse en promotor incansable de las composiciones del maestro a través de la edición, publicación, arreglos, orquestación y grabación de sus partituras).

Otro profesor en quien Edgar halló talento, disciplina, dominio pedagógico, valores puros y arraigados y por sobre todas las cosas amistad, fue Segundo Puertas Moreno; maestro de Edgar con la Banda de Guerra y posteriormente con la Banda de Músicos del Colegio.

El Bernardo Valdivieso fue desde siempre un emporio de arte y cultura; las veladas o noches artísticas de la vida del colegio eran atesoradas,  de ese círculo maravilloso: El trío Borinquen, compuesto por Leopoldo Palacios Román (primo de Edgar), Hugo Witt Ordóñez y Ángel Encalada; el trío integrado por Daniel Espinosa, Lizandro Cabrera y Jorge Pillajo; así como los dúos: Francisco Costa M. y Ángel Encalada, Adriano López y Eduardo Ruiz, Carlos Marcelo Burneo y Ulbia Garcés, Germán Castillo y Juan Cueva Serrano, Rosario Piedra y Lizandro Cabrera, Edgar Palacios y Víctor Pillajo en dúo de trompetas, Marcos Ochoa al piano y Manuel Lozano en bandolina.

Con algunos de los integrantes de la banda creada por Puertas Moreno en 1957 vería nacer a uno de los grupos más innovadores que tuvo Loja en aquellas épocas y que marcó en mucho la vida personal y musical de Edgar Palacios. Stefan Valarezo en clarinete y saxofón, Jorge Ochoa en el acordeón, Alfredo Tapia en la percusión, Lizandro Cabrera como vocalista y Edgar Palacios por supuesto en la trompeta, conformaron el Conjunto “LOS DELFINES”.

Ante la necesidad imperiosa de perfeccionar sus estudios y profesionalizarse en la música, en el mes de julio de 1962, y prácticamente de manera simultánea, recibe las aprobaciones de becas a EE.UU, Italia y Rumanía, decidiéndose por este último país, porque, a diferencia de los otros oferentes, Rumanía otorgaba cinco años de estudios superiores completos en el área musical, mientras en EE.UU e Italia ofrecían becas de 6 a 12 meses.

Llega a Bucarest el 16 de octubre de 1962, ese mismo día Edgar se dirigió al Conservatorio Ciprian  Porumbescu, asistiendo a la primera clase donde conoció a quienes serían sus compañeros. La vida musical no quedaba circunscrita en el Conservatorio, tan rica y compleja la realidad cultural de Rumania que permitió que Edgar conozca personalmente a verdaderos monstruos de la música de todos los tiempos, tales como David Oistriah, Hachaturian, Kavalevsky, Leonid Kogan, el pianista Richter, el Quinteto de Metales de Nueva York y Louis Armstrong, entre otros. Edgar estudió con toda rigurosidad, incluso tomando clases extracurriculares, siendo su Maestro, el profesor Gheorghe Adamachi.

Tuvo el inmenso honor de actuar en conciertos  en diversas ciudades del país y, en repetidas ocasiones, para la televisión rumana. Tal acogida se produjo en la televisión que años más tarde sería invitado, esta vez con el “Conjunto Universitario de Loja” que él mismo dirigía, para dar conciertos en Rumania, los mismos que fueron trasmitidos en directo y a nivel nacional.

El 27 de junio de 1967 retorna a su País. Cariñoso y agradecido con sus conciudadanos, inició inmediatamente la preparación de un concierto dedicado a Loja. Con un concierto en el Teatro Nacional Sucre, y una presentación magistral en el Coliseo Julio César Hidalgo, hicieron que Loja iniciara una nueva etapa de la música en el concierto nacional:  desde esa fecha, y para siempre, la música lojana dio un salto cualitativo y se instaló por siempre en el pináculo que le correspondía.

Después de un análisis prolijo de la realidad de la institución musical en Loja, las primeras medidas que proyectó para el despegue del fomento educativo musical fueron las siguientes:

a)       Iniciar un proceso de difusión musical a través de la orquesta del Conservatorio, la cual estaba integrada por todos los profesores y un grupo pequeño de alumnos, refrescando el repertorio y tratando de vitalizar al máximo las posibilidades técnicas de los integrantes, y

b)       Solicitar al H. Consejo Universitario la adquisición de algunos instrumentos musicales como violines, violas, violoncellos, clarinetes, flautas, pianos y, como prioridad, un piano de concierto para el Teatro Bolívar. Tras la aprobación del H. Consejo Universitario y tras cuidadosa selección de los posibles proveedores, todos los instrumentos fueron adquiridos en Checoslovaquia.

Con el transcurso del trabajo diario constituyó al CONJUNTO UNIVERSITARIO, grupo que fue un gran promotor de la música lojana y nacional y, en su etapa de perfeccionamiento, llegó a tener hasta 34 músicos e intérpretes solistas. Tanto por el nivel propio del grupo como por el prestigio que Edgar Palacios había adquirido en Europa, el CONJUNTO UNIVERSITARIO fue invitado a realizar giras por Europa y Asia, en Japón recibieron las llaves de varias ciudades. En Rumania igualmente las presentaciones del Conjunto Universitario constituyéronse en verdadero acontecimiento cultural y fueron profundamente emotivas por el inmenso cariño que la clase turística y el pueblo guarda hacia Edgar Palacios.

Otra de las primeras actividades como director de la Escuela de Música fue el fomento de la vida coral, toda vez que la población lojana era y es dueña de voces extraordinarias.  

Luego de una crisis dictatorial del país y de haber sido cerrada la Escuela de Música se reabre y el Maestro Palacios fue ratificado como su rector. Para la formación de los jóvenes lojanos contrató maestros de todas partes del mundo.

En los años posteriores el Maestro Edgar Palacios, es mentor y director de la Banda Juvenil de Pichincha, que fue el detonante que produjo la creación de múltiples bandas infanto –juveniles. Es así como en el transcurso de la permanencia de Palacios en el H. Consejo Provincial, se formaron las bandas infanto-juveniles de Macará, Gonzanamá, Celica, Manta, Amaguaña, Piñas, Zaruma, Huaquillas, entre otras.

En la Casa de la Cultura Ecuatoriana por pedido expreso de su  Presidente, Camilo Restrepo,  patrocinó la creación del Archivo Nacional de Música, formó el Conjunto de Cámara de la CCE.  Con el siguiente presidente, Stalin Alvear, diseñó la implementación de festivales para la máxima difusión cultural y artística, la creación del Café Concierto de la CCE, El Concurso de Música Ecuatorian (en sus más variados géneros y tradiciones) Y uno de los proyectos más importantes de la Casa en esta área: la creación de talleres de reparación y construcción de instrumentos musicales a nivel nacional.

Desde 1983, durante el Gobierno Constitucional del Dr. Oswaldo Hurtado, Edgar Palacios le había manifestado a su Ministro de Bienestar Social, economista Alfredo Mancero, su interés por dedicarse a la investigación y enseñanza de música para niños y jóvenes con deficiencias físicas y mentales. Ya desde entonces realizaba un trabajo de investigación sobre personas hipoacústicas en cuanto a sus posibilidades de desarrollo musical, tomando en consideración las vibraciones de los diferentes instrumentos acústicos, electrónicos, instrumentos de percusión en general y, particularmente, de instrumentos de percusión metálicos como los crotales. Finalmente esta inquietud se cristalizó al crear la Fundación Cultural Edgar Palacios. Así se creó el Sistema Nacional de Música para Niños Especiales (SI.NA.MU.NE). Proyecto sin precedentes en la historia artística para personas con discapacidad en el país e incluso Latinoamérica, el SINAMUNE creó la Orquesta de Músicos Especiales del Ecuador, digna de la valoración y apoyo institucionales nacionales y del pueblo ecuatoriano. Sin embargo, la actividad de la Fundación no se detiene exclusivamente en el campo musical: se ha implementado talleres de artes plásticas, de artes escénicas, construcción y manejo de títeres, fotografía y video infantil, expresión corporal, danza y baile, manualidades, desarrollo psicomotriz, etc.  Y varios grupos musicales de iniciación y formación.

Es grande su trayectoria como compositor:

Pjv.

ENLACES:
https://www.youtube.com/watch?v=Yq-Qy9OsvKc



viernes, octubre 2

Mons. Ángel Rogelio Loaiza



Maestro ponderado, elegante escritor y severo periodista


“Vivan su juventud como Dios quiere,
conciencia libre de vicios, con principios y fe,
crean en Dios”






En el hogar constituido por el Sr. Juan María Loaiza Reyes y la Sra. Carmen Erminia Serrano Vélez nace Angel Rogelio Loaiza Serrano, el 2 de octubre de 1919, sus estudios primarios los realiza en la Escuela “José Antonio Eguiguren” de Loja.

En el año 1933 ingresa al Seminario Menor “San José” de Loja; en octubre de 1937 ingresa al Seminario Mayor “San José” de Quito y el 2 de julio de 1944 recibe la ordenación sacerdotal.

Luego de ordenado sacerdote por dos años y medio desempeña la coadjutoría de Catacocha para pasar por un año en el Colegio La Dolorosa. Hasta finales de 1950 es párroco en Zumba y Chito.

Inicia su labor educativa en el colegio acompañando a Mons. Luis Alfonso Crespo. Asume la rectoría del colegio desde 1956 hasta 1959 por mandato del Sr. Obispo Juan María Riofrío, año en el que viaja becado a Roma a estudiar Sociología en el Instituto “Luigi Sturso”.

A su regreso de Roma funda el Colegio Nocturno “Vicente Anda Aguirre” del que fue rector hasta su jubilación en el año 2000. Con un grupo de profesores fundó la Escuela y el Jardín de infantes vespertinos “La Dolorosa”.

Por humildad, sencillez, rectitud y sabiduría se ha hecho merecedor de muchas dignidades y distinciones entre las que sobresalen:


  • Canónigo de la Iglesia Catedral de Loja
  • Vicario General de la Diócesis de Loja. 
  • Rector del Colegio “La Dolorosa”, Seminario Menor “San José” de Loja, colegio Nocturno “Vicente Anda Aguirre”. 

  •    Presidente de la Federación de Educadores Católicos de la provincia de Loja (3 veces) 
  •    Presidente de la Federación Deportiva Estudiantil de Loja (varias oportunidades).  

  • Director Administrativo de la Campaña de Alfabetización “Mons. Leonidas Proaño” de la provincia de Loja.
  • Miembro efectivo de la Casa de la Cultura, Núcleo de Loja y del Directorio de la Federación Deportiva Provincial de Loja. 

 RECONOCIMIENTOS:

  • Condecoración al Mérito Educativo por el Ministerio de Educación y Cultura del Ecuador.
  • Designado por el Ilustre Municipio de Loja el “Mejor Ciudadano” en el período 1978-1979.

ACTIVIDAD MERITORIA:

  • Como delegado, representando al Ecuador ha participado en los Congresos Interamericanos de Educadores Católicos en El Salvador y en Buenos Aires.
  • Delegado al Congreso de Metafísica en Roma en el año jubilar 2000.
  • Como escritor se ha destacado siendo autor de dramas, poemas y diferentes escritos.

 
 Por todo lo señalado y, especialmente por su labor educativa y sacerdote honesto, la sociedad lojana lo califica de “…Maestro ponderado, elegante escritor y severo periodista…”ejemplo de honestidad, humildad, sacrificio, sencillez y rectitud.



El clero lojano lo reconoce también como padre, maestro, amigo y modelo de sacerdotes del presente y futuro… Loor a nuestro Vicario General.


POEMARIOS:

  • Mi verso pequeño.
  • Poemario 2
  • Poemario 3


Homero Tinoco dice: “La riqueza profunda de su poemario consiste en introducirlo al lector en los caminos que el recorre, y los lleva de la mano para recitar juntos:



Déjame que te siga

por tus caminos blancos,

déjame que te cuente

lo que dice el silencio,

déjame que desgrane

la música y el verso.




La concepción del amor es universal, por ello nos dice el poeta que ama al amor; insiste en la repetición del verso porque cada vez que lo dice, estrena una dimensión de afecto:




Siento que amo el amor

en el beso blanco de la luna,

Siento que amo el amor

en la carne nacarada de una concha,

Siento que amo el amor

en la mirada clara de los niños”




El poeta dialoga con la infancia, acometida por la ternura de saberse un ser en intranquilidad de vuelo, en un afán de estrellas que devora con la sensibilidad del alma:




Corrí por los caminos,

como el niño detrás de su cometa,

y fui prendiendo paisajes verdes

en mis pupilas claras;

y en mis días y noches

abiertos de ansiedades

se quedó burilada,

el alma de las cosas.




Lo místico devuelve al amor universal, de saber las cosas y los azares como un don celestial, que habita en su interior y resplandece en la fortaleza de eternizar lo simple y cotidiano en su labor sacerdotal:




¿Qué miraste, Señor, en mi vida

que la transformaste milagrosamente?

¿Qué miraste, Señor, en mi hondura

que vaciaste en ella todo tu poder?

¿Por qué Señor, las estrellas, los

Vientos, las rosas

Palidecen pequeños ante mi poder?

¿Qué miraste, Señor, en mi vida

que la hiciste, tan bella, tan fuerte

como luz refulgente del cielo,

como chispa de tu divinidad?...





 Fuente:
Boletín Diócesano, Nro. 2, abril-junio,2003.
Primicias Lojanas-Colegio Eugenio Espejo/Casa de la Cultura/Paulina Jaramillo V.