jueves, agosto 6

Alfredo Mora Reyes

“Historiador, poeta, narrador y ensayista”

“Leer es la más alta
ocupación del hombre”
AMR




Eduardo Ledesma Muñoz, manifiesta que Alfredo Mora Reyes constituye un ejemplo de estos varones íntegros, sin reveses, sin mimetismos, de esos que siempre buscó el rostro amigo, del compañero, del hermano de sangre o en el afecto, en una viva eclosión de sentimientos -agua lustral y pura de su corazón, abierto siempre a los demás como un manojo de espigas crecidas a la luz-.

El Dr. Alfredo Mora, nace en Loja, cantón Sozoranga el 6 de agosto de 1904, inicia su formación fecunda, desde sus primeros años de estudio en el centenario colegio “Bernardo Valdivieso” de Loja, para continuarlos en la “Junta Universitaria” y luego en la “Universidad Central de Quito” en donde obtuvo el título de Abogado.

Aquí en nuestra capital, transcurrieron los días de su juventud, en un ambiente de selecta cultura, de esmerado cultivo del pensamiento, acompañado de su hermano el doctor José Miguel Mora Reyes y de intelectuales de renombre, como Manuel Agustín Aguirre, Pablo Palacio, Jorge Castillo Carrión, entre otros.
El Dr. Mora Reyes hombre intelectual, Catedrático universitario; alguien que desempeñó tantas funciones desde la escuela primaria a la universidad, Profesor-Director de la Escuela José Miguel Riofrío, docente del centenario Colegio Bernardo Valdivieso y posteriormente nombrado Catedrático de la Universidad Nacional de Loja, en la cual llegó a ocupar el Rectorado; también desempeñó varios cargos en la Universidad Católica de Quito. Ha desempeñado las funciones de Gobernador, de la Provincia, Presidente de la Casa de la Cultura Núcleo de Loja, Alcalde de nuestra urbe por dos ocasiones. Presidente de la Corte Superior de Loja y Ministro Juez de la Corte Suprema. 

Matilde Mora su hija nos dice que el apego a todas las manifestaciones culturales les fue dado al compartir con sus hijos las lecturas, gran conversador sobre todos los temas de tradiciones, leyendas, poesía, historia ecuatoriana, latinoamericana y del mundo. Aprendimos a compartir –dice- sus memorias y con ellas el respeto y lealtad al Gral. Eloy Alfaro; Nos fueron familiares la militancia en la Vanguardia, y luego en el Partido Socialista; el conocimiento de sus obras vino también, conjuntamente con un nombre maravilloso; reivindicador del mestizaje latinoamericano Benito Juárez.

Angel Felicísimo Rojas; dice de Alfredo Mora Reyes: Desde el año 1930 respecto a los hermanos Mora Reyes tengo una amistad entrañable, que además comprende una gratitud profunda, porque ellos que eran un poco mayores que yo, y que pertenecían a una generación muy brillante, anterior a la mía, fueron conmigo muy generosos, me facilitaron el acceso a su biblioteca, que era por aquel entonces una biblioteca que reunía los libros más importantes que acababan de publicarse en España, de manera que eran ellos, personas que estaban al día, en cuanto a novedades editoriales, y yo que era muchacho todavía y sin los recursos necesarios para ponerme a comprar libros, tenía en la biblioteca de los hermanos Mora Reyes, un sitio cordial y la acogida generosa que ellos me dispensaron siempre, esta mención del Dr. Rojas, nos imprime la coherencia del pensamiento del Dr. Mora Reyes cuando dice “Leer es la más alta ocupación del hombre”
Su vida se halla dividida en tres etapas; la primera; sus estudios primarios y secundarios en Loja; la segunda sus estudios universitarios en Quito y la tercera su retorno a Loja.

En estas delimitaciones, se reconocen profundas huellas en sus estudios y en el fruto de los mismos, expresadas en sus producciones poéticas, en sus variados artículos y ensayos sobre diversos temas y en los cargos públicos, siendo importante destacar que su “pulcritud, el liderazgo político, la honestidad en el manejo de los fondos públicos y la profunda vocación de servicio a la población en general y en lo particular, a los que más necesitaban de su apoyo” fueron factores determinantes para su reelección en la Alcaldía. Se preocupó de la atención a cada sector del cantón y no hubo parroquia alguna que no haya sido atendida, se preocupó por el adelanto urbanístico; obras sanitarias, construcción de caminos, mercados, ampliación de la extensión urbanística de la ciudad y en fin en muchas obras que determinaron el adelanto de la urbe.

Se recuerdan algunas anécdotas sobre la construcción de la torre del reloj, el que consta actualmente en el parque de San Sebastián, el mismo que había permanecido por 20 años guardado en las bodegas y no hubo una autoridad que se preocupara hasta que el Dr. Mora Reyes tomó cartas en el asunto, constituyéndose hoy una de las reliquias urbanísticas e históricas más representativas de nuestra ciudad. El Dr. Rubén Ortega J. a manera de anécdota cuenta que mientras se construía la torre, uno de los trabajadores le dijo: -Doctor- desde aquí ya se ve Sozoranga (el cantón donde nació) y el respondió – entonces, hasta ahí llegamos - . Es que la obra del Doctor Mora Reyes transgrede los límites de su ciudad natal, su pensamiento contribuye al nuevo planteamiento ideológico latinoamericano, a la transformación universal del hombre a través de la educación, a la institución de la libertad mediante la equidad, el conocimiento y la cultura de los pueblos.

Cuando fue nombrado Presidente de la Casa de la Cultura, Núcleo Provincial de Loja asumió este cargo con la convicción de que esta alta designación entrañaba una profunda responsabilidad que ha considerado conveniente afrontar por considerarse un antiguo soldado de esta causa.

En 1921, se publica en “Alba Nueva” poemas como “Primaverales” en el que canta a la vida, a la naturaleza, a la ilusión juvenil, dando luz y esplendor a la campiña. Se inspira en un ambiente juvenil, mágico y gozoso. …“Es la rosada hora de malva primavera/ Y el sol ya va dorando la selva levantina/ del corazón se aleja la bendita quimera/ Y la ilusión se expande cual agua diamantina/…

Su poesía también expresa la reflexión más íntima acerca de la vida y la ausencia como en “Crepúsculo”, dedicada a Manuel Agustín Aguirre; y que hoy la conocemos musicalizada por su hijo Miguel “Qué inmensa es la tristeza cuando agoniza el día/ y avanza la hosca noche en su carro de aromas;/ cuando entonan las aves sus trinos de alegría/ viendo la luz que muere tras las vecinas lomas/”…

En su propuesta de “La Escuela Nueva en el Ecuador” (1945), realiza un estudio de las Reformas educacionales del Liberalismo, y la problemática educacional en la Instrucción pública. La necesaria incursión de los maestros en la estructuración de la reforma, la atención urgente de la escuela urbana y rural, la implantación del laicismo en la escuela y fomenta un tipo de escuela social unificadora, a base de trabajo colectivo y asistencia estatal. Los problemas señalados por el Dr. Alfredo Mora Reyes en 1945, siguen gravitando sobre la educación fiscal ecuatoriana.

Entre otras de sus obras se cuentan: “Pío Jaramillo Alvarado y la defensa de la Patria” “Los Generales no corren” “Carrión Pinzado y Tres maestros lojanos” publicada en 1959. Respecto a Don Manuel Carrión Pinzado, exalta la trascendencia que dentro de la política, la economía, la historia, etc. Tuvo para Loja el Gobierno Federal, establecido en nuestra provincia por aquel preclaro hombre. Los tres maestros que él trata en su libro son: los doctores Agustín Cueva, Adolfo Valarezo y Pío Jaramillo Alvarado.

El Dr. Alfredo Mora Reyes, se despide como el hombre libre que evocó al pensamiento la solidez de su humanismo, la elocuencia, la calidez y la dignificación del ser a través de su obra, proclamando su sentencia personal “Adonde vieres haz lo que fueres”.

LES OFRECEMOS UNA SEGUNDA BIOGRAFÍA DEL DR. ALFREDO MORA REYES, CON DATOS MÁS ÍNTIMOS Y FAMILIARES. 

LA NIÑEZ:

Nace en Sozoranga, parroquia del cantón Macará, en un 6 de agosto de 1904. De una familia en donde él y sus hermanos, José Miguel y Efigenia encontraron siempre el apoyo fraterno y cari;oso de sus padres, Miguel Amador Mora y celina Reyes, quienes comprendieron que sus hijos eran seres especiales y como tales debían rendir sus esfuerzos y esperanzas.

Del anecdotario de quienes los conocieron se sabe que eran profundamente inquietos e inteligentes y que viviendo en la haciendo Numbiaranga, -que era muy grande y que quedaba dentro del cantón Sozoranga- recibieron la educación primaria mediante el contrato de dos preceptores: un español del que no se ha podido recabar el nombre y un señor de apellido Mena, que se supone cercana a la familia del Licenciado Mario Mena, familiar y amigo.

\Imaginamos a los Mora Reyes en su hermosa niñez, rodeados de la naturaleza, en una hacienda donde nada faltaba, caballlos en especial, hecho que los convirtió en muy buenos jinetes. 

Su madre adem[as los conmovía con hermosas historias y desde niños supieron que su padre combatió en La Florida de Sabiango, en donde obtuvo el título de teniente. (A su muerte recibió honores militares)

El abuelo Miguel y la abuela Celina fueron un matrimonio próspero, a mas de la hacienda Numbiaranga arrendaba otraas. La abuela Celina contaba que trabajó intensamente catorce años, supervisando la elaboración de dulce que inclusive compraban comerciantes que iban desde el Perú. Era una lectora empedernida y tuvo mucho que ver con la decisión de enviar a sus hijos a estudiar a Loja. El abuelo por parte fue el primer concejal de Macará, cuando Alfaro, al triunfar la Revolución Liberal, lo convirtió en Cantón. El Presidente del Concejo fue Don Manuel Enrique Rengel, padre del Dr. Jorge Hugo Rengel, compañero socialista de Alfredo en el futuro.

El abuelo Miguel fue gallero y Alfredo no gustó de esa actividad, disfrutó en cambio del arte del toreo, enriqueciéndolo con su gusto por las lecturas de Heminguez, sobre Dominguín y Antonio Ordóñez.
Sus amigos de infancia fueron los niños Agustín Mosquera, Manuel samaniego, su primo Luis Loaiza y Lauro Mora, con quienes jugaba y compartía momentos muy agradables.

LA JUVENTUD:

Finalmente, fueron a Loja a rendir exámenes para ingresar al Colegio Bernardo Valdivieso, lo lograron con gran éxito y se conoce que el Dr. Benjamín Carrión se anotició de que estos hermanos inteligentes, llegados de lejos, habían ingresado a este prestigioso colegio y pidió conocerlos. Allí se iniciaría una amistad que duraría la vida entera, a tal punto que a la muerte de su hermano, el Dr. José Miguel Carrión, -padre de Alejandro Carrión- le solicitó a Alfredo Mora que lo representara en el sepelio por encontrarse lejos.

En el Bernardo empieza un acercamiento amistoso y políticoi con sus amigos de toda la vida: Manuel Agustín Aguirre, Pablo Palacio, Agustín Paladines, José María Bermeo entre otros. Conoce luego a un grupo mas joven e igual de gran talento, entre los que destacan: Angel F. Rojas, Vicente y Servio Vélez, Miguel Angel Aguirre, Serafín A. Jaramillo y en especial a Eduardo Mora Moreno, de quién no solo fue amigo sino una especie de consejero. Mas tardee conoce a Eduardo Guzmán Asanza y Angel Rafael Morales, cuya muerte prematura golpeó en una forma por dem[as dolorosa a nuestro personaje principal.

Capítulo especial en la vida de Alfredo constituye la presencia de su hermano José Miguel, inseparable hasta su muerte, mellizos en el amor al arte, la belleza, la liteeratura y en especial la poesía.

Con sus amigos Pablo Palacio, Agustín Paladines y Manuel Agustín Aguirre fundaron la revista "Alba Nueva", que marcó una época en la literatura lojana y nacional. Por el cuento "El Retorno"ganó el Jazmín de Plata, como lo relata Angel F. Rojas en sus crónicas.

Un episodio que marcaría la vida de Alfredo Mora Reyes es el hecho de haber sido profesor y Rector de la Escuela Miguel Riofrío. De esa instancia hay innumerables recuerdos de sus alumnos y compañeros del Magisterio, quienes dan fe del amor por la niñéz y la docencia.

LA VIDA UNIVERSITARIA:

Al iniciar los estudios universitarios -los dos hermanos Alfredo y José Miguel- sus padres trasladaron su residencia a Loja para acompañarlos. Primero a una quinta al lado del río Malacatos y luego a una casa en la calle Sucre y Mercadillo.

En esta ciudad permanecen dos años y posteriormente se trasladan a la capital para continuar sus estudios en Quito, en la Universidad Central del Ecuador, en la que se graduarían de Doctores en Jurisprudencia.

En este centro de estudios conoce a uno de sus maestros mas queridos y admirados, el Doctor Agustín Cueva Sáez, prestigioso maestro de Derecho, quién a su graduación le propone que permanezca en Quito para formar parte de su oficina de abogados, distinción que agradeció y no aceptó por su voluntad de servir a su ciudad y provincia y devolverles a sus padres el sacrificio de su educación.

En Loja, el 29 de noviembre de 1925 se crea el "Centro Socialistas la Vanguardia, en la cas de Manuel Agustín Aguirre, que funcionaría en esta ciudad de acuerdo con el Directorio de la ciudad de Quito, con el objeto de trabajar para la fundación del partido socialista del Ecuador.

Antes de su definitivo retorno a Loja, fue profesor del Colegio 9 de octubre de Machala. A esa ciudad llegaba de visita Pablo Palacio, su entrañable amigo, con quién disfrutaba coloquialmente sobre literatura, amistad y política.

LA POLÍTICA, LA CÁTEDRA Y LA CULTURA.

Desde que el abuelo -con su visión de futuro- les ragaló "La Historia del Socialismo"de Juan Jaures, hasta su lectura permanente de Mariátegui y José Peralta, nunca se apartó del ideal socialista y de la lucha por una patria mas justa. 

Patriota y revolucionario, cristiano y laico, incansable en la lucha por los desposeidos, ejerció una autoridad moral entre las masas pobres de su ciudad y provincia. Sus campañas por la Alcaldía de Loja son episodios titánicos y épicos para quién -desde su brillantez y pobreza- sabía que el turuo pertenecía al socialismo.

En la contienda electoral de 1955, a la V Alcaldía de Loja, las fuerzas de la derecha quisieroninhabilitarlo como candidato socialista cudándolo de no haber nacido en el Ecuador. Fueron sus amigos de infancia Agustín Mosquera y Manuel Samaniego quienes solidariamente llegaron hasta Loja con la partida que confirmaba su nacimiento en Sozoranga. Su8 encuentro con los pobres enriqueció su historia. 

La compra en 1948 de su casa de las calles Sucre 395 y Mercadillo ocasiona su encuentro para siempre con el barrio "San Sebastián". Devoción de barrio que no terminó ni con su muerte, años después al celebrar los cien años de su nacimiento los herederos de esa amistad llenaron las calles de Loja para acompañar a su familia a un acto que con ese motivo se realizara en el salón de la ciudad. 

Al ganar la elección de alcalde se produjo un hecho anecdótico: que el barrio donde vivía se traslade 36 Km. Hasta el sitio El Boquerón en catamayo a celebrar que por primera vez un candidato socialista ocupa la Alcaldía de su ciudad.

Otro hecho increíble en el Ecuador de hoy, es que el Presidente del Tribunal Provincial Electoral de Loja era el hermano de Alfredo, Doctor José Miguel Mora Reyes, quién, sensible ante el suceso renunció a la dignidad mencionada. El candidato opositor le pidió que siga en esas funciones por que "El doctor José Miguel Mora Reyes garantiza la pureza del proceso siendo Presidente de este Tribunal".

Perdió la siguiente elección, mas por pobreza que por falta de entrega en campaña y ganó la siguiente con facilidad. La ciudad fue testigo de un resurgimiento en la cultura, en las obras de saneamiento ambiental, en la dotación de teléfonos, en el equipamiento a las escuelas municipales del cantón y sobre todo en el manejo con total pulcritud de los fondos municipales.

Carlos Paladines Zuquilanda le contó al Alcalde Mora Reyes que en las bodegas del Municipio estaba guardado por mas de veinte años un hermoso reloj. El Alcalde cincibió una alta torre, para su barrio de San Sebastián, en donde el reloj marque las horas de su ciudad y según bromas de sus amigos poder ver su "Sozoranga querida desde la parte mas alta", esto desde el cariño y broma de los doctores José María Sánchez Luzuriaga y del Doctor Juanito Cueva Serrano, dos de sus grandes amigos. 

La torre se ha convertido en un ícono de la ciudad, en su emblema y su insignia.

Cargos Desempeñados:

Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Loja, en tres ocasiones
Ministro Juez de la Corte Superior de Justicia de Loja
Presidente del Consejo Provincial de Loja
Concejal de la ciudad
Alcalde en dos ocasiones
36 años profesor de Código de Procedimiento Civil en la Universidad de Loja
Ministro Juez de la Corte Suprema de Justicia
Profesor de la Universidad Católica de Quito
Patriota siempre, poeta.
Autor de los siguientes libros:
Carrión Pinzano y Tres Maestros Lojanos
Estudios y Ensayos, introducción a la obra del Dr. Agustín Cueva Sáenz
El General Antonio José de Sucre, Libertador de Quito y Mariscal de Ayacucho.
Estudio: La Escuela nueva en el Ecuador.
Estudio: Pío Jaramillo Alvarado y la defensa Territorial de la Patria
Los Generales no corren: Impresión de lectura. 

La Familia:
 
Su esposa, Bertha Witt Muñoz quien decía de Alfredo Mora Reyes: él, que ha sido mi compañero, mi amigo, mi esposo y mi padre también y de quién he estado y estaré pendiente desde el día en que lo conocí hasta que me llegue la muerte, y así fue. 

Se casaron en Loja en 1935, formando uno de los hogares mas felices de los que se tenga noticia. Compañera en la vida y la política, en el amor de pareja y en el que se da a los hijos, incansable luchadora por la justicia y por las mujeres relegadas de su tierra, ser inmensamente solidario, que llenó de ternura los lugares por los que le tocó transitar. Tenía la percepción política y cultural a tal punto, que él le leía sus discursos y aceptaba al pie de la letra y sin discusión todas las correciones y aportes que le daba. 

Orgulloso sus hijos Melania, Olga, Matilde, Alfredo, Lupe, Martha, Miguel y Galo mora Witt.., Amante padre, sacrificado hasta cualquier extremo imaginable, decía que en general la lgente dice ädonde fueres has lo que vieres", pero lo correcto es ädonde vieres haz lo que fueres"y así no hay forma de equivocación.

Admirador de la belleza en todos sus aspectos: adelantado en la literatura y el arte. Profundo admirador de la música en general y latinoamericana en especial, que le llegó desde sus dos hijos menores Miguel y Galo. Nunca dejó de sufrir por el dolor de la pérdida de la República española. Tenía tanta rabia de que Ël nóbel no se lo dieran a Tolstoy pero si a Echegaray".

Admirador de la revolución francesa, especialmente de Dantón, de la rusa con Lenin y Trosky y de la cubana, con la emoción de que el Comandante Fidel Castro le repitió la frase de Vargas Vila, que recordando a Alfaro dijo: "tenía la mirada triste como Martí, como Sucre, quienes parecería que miraban un gólgota lejano" y le parecía que esa mirada triste era comparable a la del Che Guevara. 

Fuente: Familia Mora Witt.

jueves, julio 16

Manuel Agustín Aguirre





TOMADO DE ESTUDIO INTRODUCTORIO DE VICTOR GRANDA AGUILAR- ” DOS SISTEMAS, DOS MUNDOS” EDICIONES LA TIERRA-PENSAMIENTO SOCIALISTA.

“Sin duda, Manuel Agustín Aguirre es ël exponente teórico y dirigente político más dedicado del socialismo y del marxismo” del Ecuador en el siglo XX

Su actividad poética,académica y política se desenvolvió, fructíferamente, en el transcurso de la “duración corta” del siglo anterior, esto es, entre la Primera Guerra Mundial y el colapso del comunismo soviético, pues nació en Loja el 16 de julio de 1903 y murió en Quito el 15 deseptiembre de 1992.

Hasta fines de los años treinta su actividad principal fue poética-literaria, habiendo alcanzado los más altos niveles de calidad y técnica debidamente reconocidos por los críticos más connotados del país, y su producción, en la principal, tuvo un contenido y un objetivo social: luego desarrolló simultáneamente su intensa y productiva carrera académica universitaria y su ejemplar militancia y dirigencia política, desenvueltas, simultáneamente, entre 1935 y 1975, y finalmente produjo, en la última fase de su vida, sus trabajos de reflexión y orientación doctrinarios.

"El doctor Manuel Agustín Auirre hizo de la Universidad Central una Universidad categórica, a la cual dedicó enteramente su pensamiento y dirigió su acción socialista; "... la protegió del atropello intruso de las dictaduras; " -ha dicho uno de sus biógrafos-, ...sobre todo de la gran dictadura de la ignorancia y del fanatismo político y sectario, surgido como una premisa de corrupción social destinada a envilecer peligrosamente y tratar de aniquilar aspiraciones progresistas; mediante el fomento de amiciones antipopulares, propias de los sistemas de explotación generalizada"
Alfredo Jaramillo A. "Acercamiento Pedagógico" p.265

Entre sus obras poéticas tenemos Poemas automáticos (1931): Llamada de los proletarios (1935) y Pies desnudos (1943), todas de contenido social. En el campo académico, y como resultado desus clases y conferencias, se publicaron Naipes críticos: Lecciones de marxismo (1949), en dos tomos, o Socialismo científico, versión abreviada en un tomo, con múltiples y variadas ediciones, e Historia del pensamiento económico (1958) producto de sus estudios sobre historia: y, la obra económica de los clásicos y Marx que, así mismo, tiene varias ediciones nacionales y extranjeras que, por muchos años, ha sido texto de estudio y del mundo. Más tarde, como mentalizador de la reforma universitaria, publicó Segunda reforma universitaria (1967-1973) y una interpretación, Universidad y movimientos estudiantiles (1987) sobre el papel que estos tienen en los procesos revolucionarios del mundo.

Su producción política, resultado de su participación en luchas sociales y parlamentarias, y de una prolija investigación sobre la doctrina socialista y la realidad nacional, latinoamericana y mundial, se encuentra recogida en numerosos libros, folletos y artículos que, lamentablemente, no han podido ser recopilados y publicados en su totalidad. Entre ellos tenemos sus importantes aportes sobre la formación social ecuatoriana y sobre el carácter de la revolución latinoamericana y ecuatoriana expresados en su informe al X Congreso del PSE (1943); en su balance sobre la participación del Partido Socialista en la Revolución del 28 de Mayo (1945); en su texto América Latina y el Ecuador (1952); en varios artículos recogidos más tarde por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central en 1985, bajo el título Marx ante América Latina: El Che Guevara aspectos políticos y económicos de su pensamiento (1967 y 1968); Imperialismo y el Militarismo de América Latina (1969) con varias ediciones en Ecuador y América; Capitalismo y socialismo,dos sistemas dos mundos (1978) y El trabajo doméstico yla doble explotación de la mujer en el capitalismo (1981).

Como señalamos antes, en la última etapa de su vida realiza, además, reflexiones complementarias sobre la doctrina socialista y sobre el marxismo para enfatizar su carácter científico, creativo y antidogmático y polemizar con nuevas corrientes filosóficas y con otras lecturas que pretenden tergiversarlo, mistificarlo o cuestionar su validez en el campo social, para lo cual escribe, entre otros textos: Notas introductorias de la última edición de sus Lecciones de marxismo (1981), Los mitos y Marx, y La ciencia marxista y América Latina (1985).

Como puede advertirse de la enunciación y del conocimiento del contenido de sus obras, Manuel Agustín Aguirre es uno de los más sobresalientes exponentes del socialismo latinomericano. Él se opuso al dogmatismo y a la aplicación mecánica del marxismo en nuestros países y a la trasposición de análisis, estrategias y políticas que pertenecen a otras circunstancias y realidades, e insistió en la necesidad de aplicar el método de análisis crítico y científico para interpretar y cambiar nuestro país, conforme a nuestras necesidades, con la finalidad de que las fuerzas sociales y de izquierda se constituyan en una “real alternativa de poder”.

Sus libros, casi en la totalidad, son el resultado de las clases y de las conferencias trascritas por sus discípulos y luego, cuidadosamente, revisadas por el autor, y tienen el mérito, sin perder el rigor teórico y académico en sus contenidos, de ser elaborados con un lenguaje sencillo y coloquial, con el propósito de que los trabajadores, los estudiantes y los nuevos militantes los asimilen con facilidad”

Bibliografía: textual de Introducción realizada por Víctor Granda Aguilar en “Dos sistemas dos mundos” publicado por Ediciones laTierra, colección pensamiento socialista.

jueves, junio 11

Clodoveo Carrión Mora



 Científico Insigne de la Provincia de Loja.







Clodoveo Carrión Mora, científico linsigne de la Provincia de Loja. Nace el 11 de junio  de 1883 y fallece en Guayaquil el 9 de diciembre de 1957.  Sus padres  fueron, el poeta Manuel Alejandro Carrión Riofrío y filomena Mora Bermeo, fue hermano del poeta Héctor Manuel,  del abogado, sociólogo, senador, rector de la Universidad Nacional de Loja y Benjamín Carrión.


Su poco interés por las letras en general (tradición familia), evitó en cierto modo que llegara a alcanzar el mismo reconocimiento obtenido por algunos de sus hermanos; sin embargo su inclinación hacia el estudio de las ciencias naturales, lo llevó a convertirse en uno de los valores científicos más positivos y auténticos del Ecuador.  Reconocido como el más prominente y erudito científico naturalista del siglo XX.

 

Estudió en la escuela La Salle y en el colegio Bernardo Valdivieso. Su formación Cienfítica la realizo en Europa en las universidades de Londres y Manchester, donde obtuvo el título de Ingeniero Industrial. 


Clodoveo Jaramillo en Loja Contemporánea, p. 193, señala:  “ Es el primero de nuestros científicos que estudia con interés las riquezas del suelo y subsuelo en la provincia de Loja. Ha publicado valiosísimos estudios sobre el algodonero, el cactus y otras plantas de grande utilidad en la industria; ha hecho prolijos análisis de diversas fibras vegetales, así como de muchos nacimientos de minerales, aguas termales, etc.


Une a sus magníficas dotes intelectuales y a su profundo saber, una modestia característica que lo hace más apreciable y digno de las mejores consideraciones...” 


Los fantásticos hallazgos y  descripciones de especies contemporáneas y fósiles, para la ciencia son los productos tangibles más evidentes de este científico lojano, los mismos que han quedado inmortalizados en la propia denominación de dichas especies,  típicamente bajo el nombre específico Carrioni  o incluso los géneros Carrionellus O Carrionia; es preciso rescatar que el legado fundamental de Clodoveo Carrión a los lojanos


Fue profesor de ciencias naturales del colegio Bernardo Valdivieso realizando aportes importantes, dedicados a sus alumnos.


Su principal aporte a la ciencia se dio en el campo de la paleontología, para lo cual siempre contó con la colaboración de sus estudiantes del colegio Bernardo Valdivieso, como asistentes de campo (Arrobo 1934). Llegó a reunir una gran colección de fósiles de varios grupos de plantas provenientes en su mayoría de la hoya de Loja y los valles de Malacatos y Catamayo. Dicha colección fue posteriormente estudiada y descrita por el reconocido paleontólogo americano, el Dr. Edward W. Berry, con quien mantuvo una cordial relación de trabajo y amistad (Carrión, 1930ª).


Los hallazgos de sus descubrimientos fueron cruciales para entender la última fase de la evolución geológica de los andes a nivel de la provincia de Loja.

Aporte Científico: 


Carrión trabajó en paleontología y entomología, campos en los que descubrió muchas especies y géneros. Algunos de sus descubrimientos fueron:


Plantas: Elaphoglossum carrioni, Melochia carrioni, Caussapea carrioni.


Otras paleoespecies que clasificó en los siguientes grupos: Spotfungi, Briophyta, Pteridophyta,Monocotyledonae, Dicotyledonae, Urticales, Santalales, Chenopodiales, Renales, Rosales, Geraniales, Sapindales, Rivimnales, Malvales, Laurales, Myrtales, Ebenales, Gentianales, Rubiales. 


En Zoología: sus principales descubrimientos fueron:


Peces: carrionellus diomortus y Lipopterichthys carrioni.


Reptiles: Atractus carrioni, Botrops lojana, Stenocercus carrioni. Parker 1934.


Arthopods: Triatoma carrioni (chinche de caballo) vector de la enfermedad de Chagas en el sur del Ecuador. Su descubrimiento fue documentado por F. Larrousse (1926).


Ranas: Eleuterodactilus carrioni, Hila carrioni, Gastrotheca marsupiata lonaja. Sus descubrimientos fueron catalogados por Parker (1930-1932-1934-1938).


Coleópteros: muchas especies pertenecimientes a las familias Cerambycidae, Scarabaeidae, Meloidae, Elateridae,  y Tenebrionidae. 


PUBLICACIONES:


Monografía de algunas plantas textiles y tintóreas de la provincia de Loja/Revista la Organización escolar, 1909.


El algodonero/Revista Científica y Literaria del colegio Bernardo Valdivieso, Dir. Dr. Máximo Agustín Rodríguez, 1914


Conveniencia de la Investigación Científica en la América Latina/para la Revista Actividad, 1925.

“El Chulco” /para loa alumnos de botánica del colegio Bernardo Valdivieso/Revista del colegio Bernardo Valdivieso 1925.


Estudios Botánicos “El Guato o Huato” (erythrina sp)/para los alumnos de botánica del colegio Bernardo Valdivieso/ revista del Colegio Bernardo Valdivieso, 1925.


Algunos detalles…


Carrionellus diumortus



“…el ejemplar formaba parte de una amplia colección de fósiles realizada por Clodoveo Carrión en 1927 y depositada en el Museo Nacional de Historia de Londres (Bitrish Museum). El holotipo estaba completo y en excelente estado de preservación, excepto por algunos detalles como la escasa definición en las puntas de aletas ventrales, la cavidad abdominal (vértebras y costillas) eran ligeramente confusas y la aleta dorsal se extendía un poco más de lo usual (White 1927).



Carrionia Flavicollis (Muir 1931)


El holotipo utilizado en la descripción de esta especie formaba parte de una amplia colección de insectos, realizada por Clodoveo Carrión en 1925  y depositada en el Museo de Historia Natural de Londres (Bitrish Museum). El holotipo seleccionado era un espécimen hembra de 11mm de longitud y 15 mm en el tegmen (sistema genital), colectado en la vía Zamora-Loja (Muir 1931).


Según comentario del Sr. Christian Loaiza, autor de la obra “Clodoveo Carrión, Científico Insigne de la Provincia de Loja”  “Se desconoce la existencia de paratipos de esta especie o colecciones realizadas por especialistas  de otros museos en la actualidad. la descripción realizada por Muir (1931) aparentemente solo se basó solamente en el holotipo y algunos paratipos colectados por el Dr. Clodoveo Carrión en 1925. Es muy problable que hayan existido paratipos de esta especie en la colección entomológica realizada por el Dr. Clodoveo Carrión y que existió hace varios años en el laboratorio de Ciencias Naturales del colegio BernardoValdivieso, la cual lamentablemente se perdió durante el transcurso de los años debido a la falta de cuidado y mantenimiento.




Referencias:

  • Berry, E. W., 1929. Contribution to the Paleontology of Colombia, Ecuador and Perú. The Johns Hopkins University Studies in Geology 10, 83
  • Carrión, C., 1930. El chirimoyo - anona chrimolia -. Revista del Colegio Bernardo Valdivieso (Loja) IV(5), 313-316
  • Carrión, C., 1934. Contribución a la Paleontología. Revista Universitaria (Loja) II(2-3), 150-161
  • Carrión, C., 1935a. Breves consideraciones sobre la Paleontología de la Provincia de Loja. Revista del Colegio Bernardo Valdivieso (Loja) 1(1), 313-316
  • Carrión, C., 1935b. Estudios cientíificos: insectos fósiles en la Hoya de Loja. Revista Mediodía, CCE (Loja) 11, 1-14
  • Larrousse, F., 1926. Description de deux espéces nouvelles du genre triatoma: T.carrioni n.sp., et t.pintoi n.sp. Annales de Parasitologie Humaine et Comparé 4(2), 136-139, Faculté de Médecine
  • Norman, J. R. 1935. Description of a new loricariid catfish from Ecuador. Ann. Mag. Nat. Hist. (Ser. 10) 627-629
  • Parker, H. W., 1938. The vertical distribution of some reptiles and amphibians in Southern Ecuador. Ann. Mag. Nat. Hist. 2(11), 438-450
  • Parker, H. W., 1930. Two new reptiles from Southern Ecuador. Ann. Mag. Nat. Hist. 5(10), 568-571
  • Parker, H. W., 1932. Some new and rare reptiles and amphibians from Southern Ecuador. Ann. Mag. Nat. Hist. 9(10), 21-26
  • Parker, H. W., 1934. Reptiles and amphibians from Southern Ecuador. Ann. Mag. Nat. Hist. 14(10), 264-273
  • White, E. I., 1927. ? Carrionellus diomortus. Ann. Mag. Nat. Hist. 20(9), 519



Enlaces:

http://www.academia.edu/1634002/Clodoveo_Carri%C3%B3n_Mora_Cient%C3%ADfico_insigne_de_la_provincia_de_Loja  (interesante y seria investigación sobre la vida y obra de Clodoveo Carrión, realizada por Christian R. Loaiza S/UTPL.



Fuentes:

Loaiza Christian, Clodoveo Carrión Mora “Cientifico Insigne de la Provincia de Loja”.


Clodoveo Jaramillo A, Loja Contemporánea, 1920/CCE 2006.

domingo, junio 7

Eduardo Carrión González






Nació en Loja el 7 de junio de 1940, sus padres fueron: Hugo E. Carrión Álvarez y Blanca Aurora González G. Realiza sus estudios en la escuela Miguel Riofrío, en el Colegio Bernardo Valdivieso y la Universidad Nacional de Loja, donde se gradúa de ingeniero agrónomo, 1971. Ha realizado varios cursos de observación y de estudio en el país y en el exterior, así:

Fotointerpretación e Inventarios Forestales, Extensión Superior Agropecuaria, Administración Rural, Comunicación y Transferencia Tecnológica, Planificación, Seguimiento y Evaluación de Proyectos, etc., en México, Centro América, Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Portugal, España, Holanda, Francia, Italia, Israel…

CARGOS DESEMPEÑADOS:

  • Ingeniero Agrónomo en DEFORNO. MAG-FAD, 1965-1970. Quito-Esmeraldas.
  • Gerente de la Compañía Lojana de Industrias Madereras, CLIMA 1970
  • Jefe Zonal del IERAC en Macará, 1970.
  • Profesor del Colegio Técnico Agropecuario Macará, 1971-1973.
  • Gerente Regional de PREDESUR en Loja y Zamora Chinchipe, 1973-1979.
  • Consultor del Banco Nacional de Fomento de 1979 a 1981 en Quito.
  • Director General del Centro Andino de Tecnología rural CATER desde 1981 hasta 1989
  • Director General de Investigaciones de la Universidad Nacional de Loja, desde 1989 hasta 1998.

ACTIVIDADES HONORÍFICAS Y MEMBRESÍAS:
  • Miembro de la Casa de la cultura Ecuatoriana Núcleo de Loja.
  • Miembro de la Selección de Baloncesto de Loja entre 1957 y 1963.
ACTIVIDADES LITERARIAS:

Se destaca su actividad literaria desde sus años de estudiante en el colegio Bernardo Valdivieso.

  • Autor de la poesía costumbrista “Feria de San Sebastián”, 1991.
  • Cuentos guardados en un rincón, 1992
  • El Gran Día Bisiesto, 1964
  • Yerbamala… y otros cuentos, 1996
  • Un puma tras las rejas, 1997
  • Las asombrosas aventuras del “espía” Luis Freire en sus viajes al Pongo de Manseriche (río Amazonas), 1998.
  • Restos, o conversaciones con un panteonero.
  • Cuentos Lojanos al borde del siglo XXI
  • Libro de cuentos “Para leer mientras te ponen un suero”
  • “Los Tenderos”, novela.
HA PUBLICADO VARIOS DE SUS TRABAJOS EN PERIÓDICOS, REVISTAS Y LIBROS...

Ha publicado varios de sus trabajos en periódicos, revistas y libros: …
Diario “El Mundo”, “El Siglo”, “Crónica de la Tarde”, “Frontera Sur”, Suplemento cultural “Semana” del diario “El Expreso”, “Suridea”, “PRISMA”, “Revista de la Asociación Lojana 18 de Noviembre, 1992, Periódico “El Austral”.
CONSTA EN:
  • “De Loja con Humor” (Luis Chauvin, Tomo 2)
  • Antología de la Primera Bienal del Cuento Ecuatoriana, Obras Premadas”, 1991.
  • “Antología del Cuento del Austro”, “Rubén Vélez S., Tomos 1, 2 1993.
  • En “Huellas”, antología del Colegio Bernardo Valdivieso, 1826-1996.

OBRAS PREMIADAS:

  • “La carroza del diablo”, primer premio en el Concurso de Cuentos y Tradiciones Lojanas, promovido por el Colegio Bernardo Valdivieso, en 1957.  (alumno del 4to. Curso del colegio).
  • “El Reloj”, tercer premio en el Concurso Nacional de Cuento, patrocinado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Loja, en 1962.
  • “Dolor”, primer premio en el Concurso de Cuentos y Relatos promovido por la Casa de la Cultura Núcleo de Loja, en 1971.
  • “Panchito 2”, segundo premio del Concurso Nacional de Cuentos “Telmo Hidalgo”, respaldado por la Asociación de Escritores Argentino-Ecuatorianos, en 1988.
  • “Chacasón”, finalista entre 182 cuentos en la Primera Bienal del cuento Ecuatoriano, promovido por el CEDIC, y auspiciado por los diarios La Hora, El Expreso, Extra y el Ministerio de Educación y Cultura, en 1991.
  • “Un puma tras las rejas”, obtiene, entre 75 novelas, el tercer premio en el Concurso Nacional de Novela Bodas de Diamante “Ismael Pérez Pazmiño”, convocado por el diario El Universo en 1996.

RECONOCIMIENTOS:

  • Premio al Mérito Literario. Ministerio de Educación y Cultura a través de Rumbos Culturales, Loja en 1998.
  • Condecoración y presea “Benjamín Carrión Mora”, al Mérito Literario, otorgadas por el I. Municipio de Loja en 1994.
  • Reconocimiento Público. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Asociación Lojana 18 de Noviembre, Universidad Nacional de Loja, 27 de agosto de 1998, Quito.
  • Tercer puesto entre los libros más leídos del Ecuador en 1998. (Fuente: Librería Selecciones, Guayaquil. Diario El Universo, 4 de octubre de 1998)
  • Homenaje de la Casa de la Cultura ecuatoriana, Colonia Lojana 18 de Noviembre, Universidad Nacional de Loja, Quito, 1998.
  • Homenaje del Ministerio de Educación, a través de Nuevos Rumbos Culturales, Loja, 1998.
  • Reconocimiento público. Casa de la Cultura Núcleo de Loja, Asociación de Artistas Plásticos de Loja, Medios de Comunicación de Loja, Universidad Nacional de Loja, 22 de octubre de 1988.




SOBRE EL AMIGO ESCRIBE Mario Jaramillo Andrade.
“Mi amigo el Flaco,
Contador de historias

Larguirucha, pero fibrosa, su figura con ágiles movimientos a lo largo de las canchas del viejo colegio. En sus años de secundaria fue uno de  los más notables basquetbolistas. Defensor apasionado del uniforme que le tocaba vestir, nos daba lecciones a los fifiriches de los cursos inferiores con su entrega ardorosa y su decisión de ser el mejor del equipo.

Así lo vi desde el comienzo de nuestra entrañable amistad al Flaco Eduardo Carrión, mezclado en la causa con otros aguerridos deportistas bernardinos, como los hermanos Félix y Agustín Paladines, el Quillo Encalada, el Guapo Ochoa, el Pata Torres y esa ardillita habilidosa y de enorme puntería que era Tonina Guerrero.  Entonces nos parecían enormes, gigantescos ídolos a quienes los más chicos admirábamos e intentábamos imitar en los juegos del recreo.

Al terminar sus partidos los rodeábamos, les veíamos de más cerca el sudor que fluía de sus carnes, los rasmillones en la piel que ellos no sentían, la alegría brotando en la sonrisa de los triunfadores y el desconsuelo dibujando en los rostros de los perdedores. Nosotros preguntando y ellos hablando entre grandes sin hacernos caso; nosotros envidiándolos y ellos puteándose por no haber hecho el  pase a tiempo o por no haberlo controlado al Runcho que se abalanzó con toda su increíble fuerza e hizo el punto que definió el partido luego de dejar en el suelo una tendalada de rivales; nosotros perplejos y ellos contando las anécdotas del partido que ganaron a Chimborazo como seleccionados de Loja. En una de esas, descubrí al Flaco Carrión, apasionado contador de historias.

Poco a poco, y sobre todo en los años universitarios, iría conociendo al Flaco Aventurero, al Flaco Chistoso, al Flaco Conocedor de casos increíbles, imaginativo hasta la exageración y gran aficionado a la literatura.

Fue por ese tiempo que él me embarcó en la lectura de “El retorno de los brujos”, el famoso libro de Louis Paowels y Jaquies Berguier que nos hiciera tornar la atención hacia los inquietantes misterios del género humano y del universo.  Durante  una noche de bohemia extrajo de su memoria los capítulos del libro que más le habían sorprendido, recitó frases enteras con un énfasis para convencer a cualquiera, hurgó hasta en las más inocentes palabras tratando de encontrar un misterio subyacente. “Pero fíjate hermano… Fíjate lo que esto significa!”

Y yo, contagiado de su convencimiento, gasté (invertí, sería lo apropiado) mis escasos centavos en comprar el libro. Lo leí casi de corrido, con verdadero deleite, tratando de discernir entre lo cierto y lo fabuloso, anhelando encontrar lo más pronto posible los episodios que el Flaco Eduardo me había adelantado la noche anterior.

Forjamos así una firme amistad. Una amistad que se sobrepuso al hecho real de que estudiábamos en facultades universitarias distintas y distantes. Seguía él la carrera de ingeniero agrónomo y yo la de abogado, que dicho sea de paso nunca alcancé y no deseo ni tengo tiempo de alcanzar. Sin embargo, compartimos las horas libres, los fines de semana y hasta las “giras de observación” que hacían los alumnos de agronomía. Formamos una linda y parrandera jorga con Jorge Castro, el Chugo Añazco, los Pericos Silva, la Foca Armijos y Cantón Cabrera. Era de vernos tomando tragos donde Mama Marina, Mama Miche, la Jesusa, la Camarada Márquez… Y era de oírlo al Flaco Carrión contando historias.

Lo de escribirlas pudo haber sido al principio una simple y deportiva afición por hacer literatura, o de intentar hacerla por lo menos. Afición que algunos jóvenes nos llevó a buscar concursos, a rellenar alguna generosa página de un periódico o una revista de efímera existencia. Así comenzaron a asomar nuestros nombres escritos con tinta y letras de imprenta.

En su vida profesional, Eduardo Carrión se alejó de esta tierra y se acercó a otros confines de la patria, entre ellos a Esmeraldas, a sus selvas y sus negros, a sus historias y leyendas, a su perenne tragedia acompañada de marimba y son. Y de allí regresó más tarde con la cabeza enriquecida de tantos y tantos aconteceres bullendo en su mar de fantasías. No fueron para menos sus viajes al extranjero.

Aquí, en Loja, hemos vuelto a encontrarnos, a revivir los viernes —aunque sea un poco más saltados que antes—, a escuchar las nuevas historias orladas con el incontenible caudal de su imaginación y al amparo de una oralidad que pretende imitar la propia voz y entonación del personaje de la narración, el silbido del viento, la musicalidad de las aves, el chapotear de las olas, en fin, el sonido de la naturaleza. Él ha estado en tantos lados, se las sabe todas, no olvida un detalle por nimio que parezca. Y es justamente en esos insignificantes detalles donde encuentra la punta de hilo de una gran historia.

En verdad, es de oírlo contar al Flaco.
Eduardo Carrión publicó hace un año más o menos, su primer libro, con el título de “Cuentos guardados en un rincón”. Poco después, es una especia de labor cooperativa, Stalin Alvear, Eduardo Carrión —promotor— y yo, llenamos otro libro de cuentos, que apareció con el nombre poco apropiado de “Tres narradores lojanos”. Casi todos los trabajos fueron rescatados de la memoria garabateada en amarillentos papeles a los que el tiempo y las polillas habían cubierto con un airecito de alcurnia intelectual.  Pensé entonces que los tres habíamos desvelado —escurriendo hasta el concho— todas las travesuras literarias de medio siglo de vida. Si alguno quería dar más, tendría que ponerse a escribir con mucha dedicación y durante un buen tiempo. Mas, sin que l menos se secara la tinta del último libro, Eduardo me cuenta que está por publicar uno nuevo. “A vos te ha cogido con furia”, parece que le dije. “Y, ni sabes —me responde—, vas a tener que escribir vos una nota de presentación”. Bromeamos un rato y me deja comprometido con tan amistosa tarea.

Y es que, a quienes  lo conocemos, no nos sorprende que Eduardo Carrión siga escarbando y explotando la cantera de episodios  grabados en su envidiable memoria. Sacándolos a la luz, puliéndolos, agregándoles una tremenda dosis de humos, vistiéndolos con su fabulosa imaginación y poniéndolos en el papel. Reconstruyendo hechos y diálogos, como si estuviera relatándolos oralmente, muchas veces inventando palabras para recrear el sonido real como se expresan, entonan y exageran los propios personajes de sus cuentos. 

Igual a como vi sonreír a unos amigos chimboracenses cuando comentaban sobre Cualquiera falla y Chacasón, pienso que se sonreirán los negritos esmeraldeños cuando saboreen ese hermoso mosaico titulado El Berejú. O el viejo panteonero cuando reconozca la huella de sus quejumbres en Restos (2,3,4). Tal vez hasta la condesa  de Rochefoucalduoux esboce un rictus de nostalgia si se encuentra con este libro donde mentan a su inalcanzado Panchito Loján. Lo que sí me parece seguro es que las chicas de La ventana, con este libro, tendrán para no aburrirse un largo rato, sin necesidad de permanecer con sus ojos fijos, como Piero, en “la gente que pasa”.

Mientras tanto, aprovechemos nosotros la “furia” que le ha cogido al Flaco para contar cuentos después de los cincuenta. Adelante amigo, te escuchamos y leemos.

Loja, marzo de 1994".

Fuente: Revista Mediodía Nro. 52-Casa de la Cultura, Núcleo Provincial de Loja, febrero del 2000.