lunes, agosto 31

Isidro Ayora Cueva



 Médico y Político reformista
Presidente de la República (1928-1931)


“Es una grande satisfacción ver
que la obra que llevé a cabo
ha contribuido al progreso del país
y ha sentado un precedente del
 limpio manejo de los fondos públicos”.








Isidro Ayora el Presidente de una sabiduría interior que se manifestaba en la concentración en el trabajo, en el sosiego emocional y en el servicio a los demás. Como persona fue uno de los Presidentes más enteros. Nació en la ciudad de Loja, el 31 de agosto de 1879. Alumno de los Hermanos Cristianos de la Salle en la primaria y del Colegio Bernardo Valdivieso en la secundaria, se graduó de médico cirujano a los 26 años en la Universidad Central de Quito. Con la ayuda de su tío Manuel Benigno Cueva, ex – presidente de la República, obtuvo una beca de postgrado en Alemania para especializarse en Obstetricia donde permaneció cuatro años hasta 1909.

En Quito fundó la Clínica Quirúrgica, más tarde Clínica Ayora, enseñó Obstetricia en la Universidad Central y dirigió la maternidad. En 1917 ocupó el Decanato y luego el Rectorado de la Central. En 1918 fundó y dirigió la Escuela de Enfermeras. Creó la primera Casa Cuna, dirigió los Hospitales San Juan de Dios y Civil. Luego del primer gobierno pluripersonal surgido de la Revolución Juliana de 1924, el 10 de enero de 1925 integró la Segunda Junta de Gobierno como Ministro de Previsión, hasta el 1 de abril de 1926 en que asumió la Presidencia de la República con poderes supremos, demostrando disciplina y civismo.

Restringió la libertad de prensa, clausuró los periódicos; “El Guante” de Guayaquil y “El Día” de Quito, expatrió a los opositores políticos, sancionó drásticamente a los bancos privados responsables de irregularidades, contrató la Misión Kemmerer para la reestructuración de la Administración Pública.

De acuerdo con las recomendaciones emanadas por esa Comisión, que además recorrió por varios países de Latinoamérica con igual propósito, se creó el Banco Central y promulgó la ley que establecía un nuevo valor para el sucre. El valor de la moneda se fijó en cinco sucres por dólar, lo que significaba una reducción del 41% sobre lo que antes valía legalmente. También decretó el retorno al patrón oro y derogó la Ley Monetaria vigente desde 1914. El pueblo llamó al nuevo sucre “Ayora”, y “Laurita” a la moneda de cincuenta centavos por el nombre de la esposa del Presidente.

En 1927 se crearon también la Superintendencia de Bancos, el Banco Hipotecario, luego llamado de Fomento, La Caja de Pensiones y Jubilaciones, antecedente del Instituto de Seguridad Social; la Dirección General de Aduanas, Dirección de Suministros del Estado. Y en ese mismo año se dictaron varias leyes de Trabajo como las del contrato individual, jornada máxima y descanso dominical, trabajo de mujeres y de menores, protección de maternidad, desahucio, accidentes y procesamiento de las acciones prevenientes del trabajo.

Convocó a Asamblea Constituyente y fue elegido Presidente Interino el 9 de octubre de 1928; El 26 de marzo de 1929 expidió la decimotercera Constitución Política del Ecuador que el 17 de abril de 1929 nombró a Ayora, Presidente Constitucional de la República. La Nueva Constitución daba más poder al Congreso: cualquier legislador, individualmente, podría interpelar a los ministros de Estado y pedir su censura o el voto de desconfianza. Incorporó las senadurías funcionales por la prensa, la enseñanza primaria y normal, la educación secundaria y superior, las academias, la agricultura, la industria y los indios.

En materia de garantías y derechos sociales fue la más avanzada de las constituciones hasta entonces expedidas en Ecuador: El nuevo texto constitucional estableció el habeas corpus, otorgó el voto a la mujer, que se materializó en Matilde Hidalgo Navarro, quien constituyó la primera mujer que acudió a las urnas para elegir gobernantes, limitó la gran propiedad agrícola, señaló la función social de la propiedad, fortaleció la participación y representación de las minorías y proclamó la igualdad de los hijos ilegítimos.

La crisis mundial de 1930, acrecentada en el país por la plaga denominada “escoba de brujas” que aniquila las plantaciones de cacao, base de la economía ecuatoriana durante siglo y medio, liquidó el programa económico de Ayora y generalizó la crisis y el descontento. Hubo malestar en las clases populares y en el campo, donde penetraba el influjo del Partido socialista, los hacendados y arrendatarios de las haciendas de la Asistencia Pública trasladaban los efectos de la depresión a los campesinos. Hubo levantamientos indígenas duramente reprimidos en Colta y Columbe (Chimborazo), se produjo la insurrección del Batallón Chimborazo, el Congreso atacó duramente a Ayora y sus ministros por los escándalos económico-políticos, lo que movió al Presidente de la República a renunciar. Era el 24 de agosto de 1931. La era juliana había llegado a su término.

En 1940 Isidro Ayora es miembro de la Junta Consultiva de Relaciones Exteriores. Entre 1946 y 1952 residió en Estados Unidos. Después de retornar a su país se dedicó a su ejercicio profesional. En 1966 integró la Junta de Notables que designó a Clemente Yerovi Indaburu como Presidente Interino, luego de la caída de la Dictadura Militar.

Isidro Ayora muere el 22 de marzo de 1978 dejando en su gobierno un vasto programa de reformas, en el que se concretaron las aspiraciones de los sectores que apoyaron la revolución juliana. 


 

Bibliografía: SERRANO, Gustavo, Prosas Silentes, Honorable Consejo Provincial de Loja, 1983.
ALARCON, César Augusto, Diccionario Biográfico Ecuatoriano.
VISTAZO, Presidentes del Ecuador, 1998
BANCO CENTRAL DEL ECUADOR, Historiografía Ecuatoriana, 1985.
PRIMICIAS LOJANAS: Colegio Eugenio Espejo-Casa de la Cultura/Paulina Jaramillo V.


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