viernes, agosto 14

Guillermo Herrera Sánchez







“El profesor de literatura doctor Pedro Víctor Falconí está a punto de conlcuir una disertación sobre El retrato. Siempre se había sentido feliz de cuativar la atención de sus discípulos, pero esta vez le preocupa uno de ellos que, durante toda la clase, se ha entretenido mirando intermitentemente al maestro y trazando rayas sobre un papel. 


Con pasos disimulados, el doctor Falconí se acerca al alumno y le increpa: “Lea los apuntes, señor Herrera”.

Confundido, el estudiante intenta esconder su cuaderno, pero el profesor ágilmente se adelanta, observa el trabajo y queda sorprendido al ver su imagen caricaturizada. Mientras tanto el alumno, transfigurado por el susto, imagina lo que le vendrá luego: su expulsión del colegio y el castigo que le impondrá su padre. “Quédese, señor Herrera —le dice con parquedad el maestro—, deseo que hablemos”.


Los compañeros habían salido de clase y ahora, cara a cara los dos, el profesor sonríe y, ante el asombro del estudiante, lo abraza. 


—Guillermo usted es un artista. Termine su trabajo para mí, que sabré conservarlo con cariño. 


Fue así como a Guillermo Herrera Sánchez se le abrieron las puertas para manifestar su vocación artística. Ya en casa, totalmente aliviado, refinó la caricatura y al día siguiente la obsequió a su maestro. “Siguió dibujando, primero a carboncillo, a pluma y luego con colores (los de lápices, porque en su hogar no podía darse el lujo de exigir otros materiales)”…

Guillermo Herrera nació en Loja el 14 de agosto de 1933. Era el octavo de los once hijos del matrimonio Herrera-Sánchez. Sus padres Felipe Herrera y Eloísa Sánchez de Herrera, muy jóvenes aún, habían resuelto radicarse en Loja “dejando atrás las duras labores agrícolas y hogareñas allá en lo que ahora es el cantón Gonzanamá, con la visión de un mejor porvenir educativo para sus hijos”. 

Recibió la instrucción primaria en la escuela Indoamérica, que en la actualidad lleva el nombre de José Ángel Palacio, y luego continuó la secundaria, hasta el quinto curso, en el Colegio Bernardo Valdivieso. Aquí demostró también sus primeras inquietudes literarias: en el año lectivo 1958-59, dirigió el periódico estudiantil HOMENAJE, en cuyas páginas publica su composición cívica 24 de mayo, luego le cantará al amor en poemas como Tú mi sueño, Visión y probablemente otros que no habrían llegado a publicarse. 

En 1961, termina el bachillerato en el Colegio particular Quito. Pero desde 1960 estudia también en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Central del Ecuador, que admitía como alumnos a quienes mostraban aptitudes artísticas aún cuando no hubieren terminado la secundaria. Para que robusteciera su educación artística, La I. Municipalidad de Loja, le concede una beca de estudios, mas, cuando fue delegado por la FEUE para asistir al VIII Congreso Mundial de la Juventud por la Paz y la amistad de los Pueblos en Helsinky (Finlandia) en julio de 1962, el mismo municipio le niega el apoyo requerido para financiar su pasaje hasta México. Guillermo decepcionado, abandona sus estudios, se aleja del país, se aventura por Guatemala, Venezuela y Colombia, y dedica su tiempo a investigaciones arqueológicas con el ánimo de formarse. Un criterio propio sobre la historia del arte y, en especial, del arte precolombino. Algunas veces se lo verá recorriendo las selvas del Orinoco o del Magdalena, pintando y vendiendo cuadros realistas sobre la naturaleza o sobre temas de denuncia social.

De regreso al país en 1968, reinicia sus estudios en la Universidad Central del Ecuador. Para entonces la Escuela se había transformado en Facultad de Bellas Artes, cumpliéndose así una de las aspiraciones por las que Guillermo había luchado, años antes, desde la dirigencia estudiantil. 

Concluidos los estudios de arte en 1972, realiza giras de observación por las ruinas arqueológicas en Guasamaní y Machu Picchu (Perú) y, a su retorno, se decide por desempeñar funciones docentes. Entre febrero de 1973 y enero del 74 cumple como profesor en el colegio de Bellas Artes de Guayaquil. El 1 de febrero acepta la designación de profesor de Dibujo y Pintura en la recientemente creada Escuela de Bellas Artes de la Universidad Técnica Particular de Loja. Dicta también las cátedras de Pintura, Dibujo Natural e Historia del Arte en la Facultad de Arquitectura y después asume el cargo de Subdirector de Bellas Artes en la misma Universidad. 

El ejercicio de la cátedra le permite recorrer la selva oriental. Con su amigo profesor Claudio Quinde, investigan sitios de interés arqueológico de la provincia de Loja, especialmente la zona de Paltas, donde encuentran inspiración para decorar, con motivos precolombinos, jarrones, platos y otras preciosas piezas cerámicas. En cierta ocasión en que su hermana le pidió que reprodujera algunas de esas hermosas creaciones, Guillermo respondió: “En el momento que haga trabajos en serie, ya no habrá una obra de arte sino un objeto meramente comercial. El arte es único”

La Universidad Técnica Particular de Loja, le confió responsabilidades meritorias: 

en 1974, lo delega al Primer Congreso Americano de Prehistoria y Arqueología Americana realizado en la Universidad Central del Ecuador. 

En 1976, en julio, le facilita integrarse a la Misión Científica La Cueva de los Tayos, dirigida por el arquitecto Hernán Creso e integrada entre otros por Neil Amstrong, para realizar estudios investigativos en los campos histórico, arqueológico, antropológico, biológico y zoológico.

En 1978, lo delega al I Congreso Nacional de Prehistoria y Arqueología Ecuatoriana, realizado en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Técnica Particular de Ambato.

En 1979 al I Festival de Artes Plásticas convocado por el Colegio de Bellas Artes Juan José Plaza, de Guayaquil

Asiste también como delegado al IV Congreso de Profesores Universitarios y Politécnicos del Ecuador, que se realiza en la Universidad Técnica de Manabí;

Al Primer Encuentro sobre Prehistoria del Ecuador y América, realizado en la Universidad Central del Ecuador; 

Y al Seminario Nacional de Diseño organizado por la Facultad de Artes Plásticas de la misma Universidad.

La devoción por sus hijos, la acción política, la creación artística y, más adelante, el magisterio, no interrumpieron su hobby de inquieto explorador de las bellezas naturales. “Debemos ser conscientes de que pertenecemos a la naturaleza y es por consiguiente una necesidad urgente aprender a vivir con ella” había enseñado con inquebrantable convicción. Aprovechaba el tiempo libre para recorrer la geografía de la patria y buscar especies vegetales exóticas y cultivarlas, lo que le llevaría más tarde a fundar, junto a sus hermanos, la Asociación Amigos de las Orquídeas.

Guillermo Herrera Sánchez es uno de los altos valores de la plástica lojana. A pesar de su fugaz existencia —solo alcanzó medio siglo de vida—, logró destacar en una variada gama de actividades culturales.

Sus obras, impregnadas de amor a la naturaleza y de mensajes solidarios con el dolor humano, fueron siempre admiradas por el público y muchas veces obtuvieron significativos reconocimientos locales y nacionales:

1964- Premio de escultura de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito.
1974- Primer Premio de Escultura otorgado por la Casa de la Cultura, Núcleo de Loja
1975- Primer Premio de de Escultura del Salón de Noviembre organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana-Núcleo de Loja.
1982- Medalla de Oro en la Exposición de Pequeñas Industrias y Artesanía de Otavalo.
1993 Premio de escultura y pintura de la Feria Internacional de Loja.

En 1982, cuando sus méritos de educador y artista habían alcanzado notoriedad en el país, el ministro de Educación Claudio Malo G., lo invita a participar en el Seminario de Planificación de la Enseñanza Artística y Revisión de Objetivos, Planes y Programas de Bachillerato en Artes. 

El 18 de febrero de 1984, “la vida de Guillermo Herrera Sánchez se extinguió como consecuencia de un accidente, ocurrido cuando todavía tenía mucho que dar a la provincia y a la patria…”

En 1983, la Alianza Francesa de Loja abre en esta ciudad el Séptimo Salón Premio de París, en homenaje a Guillermo Herrera Sánchez.

Desde el 2007 el Salón de Noviembre que promueve anualmente el Núcleo de Loja de la Casa de la Cultura Ecuatoriana para incentivar a pintores y escultores, lleva también el nombre del gran artista.





Fuentes: Basado en Semblanza Biográfica escrita por la Dra. Victoria Herrera de Velasteguí.
Revista Mediodía-Nro60-Mayo 2013-Casa de la Cultura-Núcleo de Loja.

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